Wednesday 1 de May de 2024
DECO | 10-12-2012 12:50

Palacio de pescadores

Sobre un morro de Praia do Flamengo, en Ubatuba, Brasil, al que sólo se accede por mar, se encuentra esta maravillosa casa llamada Jumbo Sana. Fotos.

La visión del morro sobre el mar nos hace pensar en aquella historia de las infinitas maneras que tienen los esquimales para nombrar al color blanco. En su país gélido, en su idioma de nieve, existen muchísimos matices para lo que nosotros vemos como un único  color. Aquí sucede algo análogo: es el verde el protagonista de la historia de esta casa, Jambo Sana, en la Praia do Flamengo.

El verde aquí no sólo es un color: es casi una propuesta filosófica que, si se nos permite interpretar lo que se nos cuenta, es una apuesta por dos elementos más abstractos, si se quiere: pureza –un entorno sanísimo, lo que fuera un antiguo pueblo de pescadores– y  una espiritualidad que explica en gran parte la decoración del lugar. Si los antiguos pescadores traían lo más valioso del mar, en esta casa, sobre un morro en el que hay sólo cuatro viviendas, y con el mar de fondo, también hay muchos recuerdos, historias que se cuentan en el espacio, como corresponde a la buena arquitectura.

Pureza y espiritualidad son dos términos inevitablemente unidos al verde. De hecho,  Ubatuba, por su ubicación, es casi un símbolo de esa filosofía: está en el límite del estado  de San Pablo, justo antes de llegar, viniendo desde la ciudad, al de Río de Janeiro. Como no está tan cerca de ambos centros urbanos, mantiene esa situación de amplio vergel y  spacios con construcciones apenas salpicadas aquí y allá, lo que la convierte en uno de  los destinos preferidos por los paulistas.

El acceso a la casa, que se encuentra en venta,  es solamente por mar, pero sólo se necesitan cinco minutos de navegación desde Saco  da Ribeira para encontrarse con esta playa de 400 metros de maravillosa vista y  compartida por tres casas más. El interior guarda una concordancia con el entorno y su  espíritu.

Jumbo Sana, que en idioma Swahili significa Buen día Señor, cuenta con seis suites,  cuatro de ellas con cama matrimonial y dos singles, lo que permite albergar hasta 12 personas. Y más allá de estar emplazada en un morro rodeado de naturaleza virginal y profusa de vegetación, que se aprecia a través de los amplios ventanales, cuenta con comodidades como aire acondicionado en el living y en los cuartos, ventiladores de techo, TV por cable, internet y Wi-Fi. Su perímetro es paradisíaco, mar, verde y morros con su irresistible magnetismo enmarcan una piscina, una parrilla y un  enorme jardín. Un lugar que invita a vacaciones infinitas.

El living y el comedor invitan a un viaje tribal de africana impronta con toques eclécticos: los muebles son de caña de bambú y ratán,con almohadones en tonos blancos y  amarillos. La deco combina maderas con objetos y antigüedades traídos de Africa como  tambores, estatuas y máscaras. Un estilo que fascina.

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Textos: Pablo Helman, Gabriel Jacobo.

Producción y fotos: Romina Piovano.

Publicado en el suplemento Home del diario PERFIL.

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