Por Noelia Veltri
Perfilando deseos
La prematurez es la principal causa de mortalidad prenatal, razón por la cual los especialistas se propusieron universalizar la realización de ecografías que, entre la semana 20 y 24 de embarazo, permiten identificar a aquellas mujeres en riesgo de tener un parto pretérmino (antes de la semana 37). En Argentina, se estima que este tipo de alumbramientos representa el 8% de los nacimientos producidos en un año, mientras que en todo el mundo se registran 12 millones en el mismo período.
“La ecografía transvaginal o cervicometría identifica a las mujeres con riesgo aumentado de ‘parto prematuro de inicio espontáneo’, que representa el 85% de los casos. Es decir que son futuras mamás sin antecedentes, cursando su primer embarazo o con uno anterior cuyo parto fue a término”, explicó a PERFIL el obstetra Mariano Pablo Núñez, a cargo de la Unidad de Diagnóstico Fetal y Prevención del parto Prematuro del Hospital Gutiérrez de La Plata. “La ecografía es tan importante porque solamente con el examen clínico o epidemiológico, herramientas con las que contábamos hasta el momento en el ámbito público, estas mujeres no podían ser identificadas”, agregó.
Los papás de hoy
Este método de diagnóstico mínimamente invasivo es universal y ha demostrado su efectividad en diversos países del mundo. Consiste en la medición del cuello uterino, que entre las 22 y 24 semanas de gestación tiene una longitud media de 36 milímetros. Las cifras marcan que ayuda a detectar la prematurez en más de la mitad de los casos, y en el 75% en cuadros considerados extremos, cuando el nacimiento se produce antes de la semana 28.
El fantasma y el reggaetón
“Ofrecemos este estudio desde el año 2009, e hicimos ya más de 4.400 cervicometrías que nos permitieron identificar al 50% de las mujeres que iban a tener a su hijo antes de las 32 semanas de gestación. Por otro lado, combinando la ecografía con la administración de progesterona vaginal en aquellas con un cuello uterino menor o igual a 20 mm alcanzamos una reducción del 54% en la tasa de partos antes de las 37 semanas”, refirió Adolfo Etchegaray, jefe de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital Universitario Austral.
La administración de progesterona es el tratamiento a seguir para que el embarazo alcance el objetivo de los médicos: la semana 34, ya que a partir de ese momento un recién nacido tiene la misma sobrevida sin secuelas que en un parto a término. Tomando este parámetro, se estima que la progesterona reduce el riesgo de parto en 45% en las pacientes sin antecedentes, y en 25% en aquellas que sí tienen historia de prematurez o factores de riesgo.
“Lamentablemente, la incidencia de partos prematuros está creciendo en todo el mundo. Por eso debemos implementar a nivel nacional el programa de detección, para que la ecografía transvaginal se convierta en rutina en la semana 20 de embarazo”, concluyó Mario Palermo, profesor de Obstetricia de la Facultad de Medicina de la UBA y director de Diagnomed.
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