Adquirir una mascota implica tener tiempo, dedicación y recursos para cuidarla. Perros y gatos: diferencias entre las razas, beneficios y qué factores hay que tener en cuenta antes de llevar un animal a casa. Aquí una guía para encontrar el compañero ideal de acuerdo tu estilo de vida.
Perfilando deseos
Los gatos requieren de menor atención ya que se pueden quedar solos durante largas horas del día y no es necesario sacarlos a pasear. Pero en esa elección es importante tener en cuenta las preferencias y los integrantes de la familia: seguramente, los chicos tendrán mayor posibilidad de interactuar con un perro que con un gato. Cabe destacar que dentro de las razas de gatos, los Siameses son muy juguetones, mientras que otras son más tranquilas, como los Birmanos y los Persas.
Hay que tener en cuenta que durante la primavera-verano es la época de reproducción de los gatos y es necesario tomar conciencia de los beneficios de la castración, que se puede realizar a partir de los tres meses de vida, no es necesario esperar hasta el primer celo.
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En comparación con los perros, los gatos son más independientes, dan menos trabajo a sus dueños, son ideales para personas que viven solas y trabajan todo el día.
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Cuando se opta por un perro, es importante valorar el tiempo que se le puede dedicar y los gastos que implica la tenencia responsable de este nuevo integrante de la familia, como el consumo de alimento ya que cuanto más grande sea, mayor será su requerimiento diario.
Otro factor a tener en cuenta es el largo del pelo ya que existe un recambio del pelaje que en algunos lugares del país se da en la mayoría de los meses del año. Las razas de pelo corto se bañan y secan más fácilmente, lo que evita un mayor trabajo.
Con relación a los ladridos, los perros de menor tamaño suelen ser más ladradores pero si se los educa de cachorros, aprenden con facilidad. Además, se puede recurrir a un especialista en comportamiento canino, que se dedica a prevenir, diagnosticar y tratar problemas de comportamiento.
Dentro de los perros se debe buscar la raza que mejor se adapte al estilo de vida de sus dueños: tiempo libre, espacio, presencia de niños en la casa, voluntad de cuidado a partir del pelaje, el tamaño, etc. Por ejemplo, el Labrador es muy dócil y se adapta muy bien a cualquier familia.
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Si hay poco espacio en la casa o en el departamento, los Schnauzer miniatura tienen aptitud de guardián, son perros ideales para el hogar y se adaptan bien a espacios limitados. Si se busca un perro de compañía, los de excelencia son el Maltés, Chihuahua, Caniche, Bichon Frise, Bull Dog Francés, entre otros. Cabe aclarar que los Terriers son muy cariñosos pero suelen tener un temperamento muy inquieto y en algunos casos pueden no ser muy obedientes.
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Por su parte, los perros pastores y boyeros suelen ser rústicos y muy aptos para el trabajo, generalmente afectuosos con los dueños. Dentro de ese grupo se encuentra el Border Collie, que puede trabajar sin cansarse, pero ésta misma característica puede hacer que no se adapte bien a lugares pequeños como departamentos. También, se encuentran el Ovejero Belga y el Ovejero Alemán.
Con relación a los perros sabuesos y de rastro, como el Basset Hound o el Beagle, Blood Hound, son los que tienen el mejor olfato, suelen poseer mucha energía, ser muy ladradores y aulladores.
Una cuestión a resaltar de las características de los perros grandes es el género porque las hembras son más chicas dentro de la raza y la mayoría de ellas, más dóciles.
En conclusión, la presencia de una mascota en la casa puede ayudar mejorar la calidad de vida tanto en adultos como en niños y en muchos casos, evita la sensación de soledad. Pero antes de tomar la decisión de adquirirlos, hay que evaluar si se posee el tiempo y los recursos necesarios para cuidarlos.
Fuente: Labyes.com
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