Con firma de artista

Cuando Orly Benzacar llegó a su departamento, recién refaccionado por la arquitecta Patricia Daiez, lo primero que trajo consigo fueron unos clavos. Ella sabía perfectamente el lugar que ocuparía cada una de las obras que estarían en las paredes. Sí: “arte” es la palabra clave que define la idea general. No sólo es una cuestión de decoración.

Leé también

Qué podemos encontrar en Estilo Pilar 2023

Se trata, para ella –que es dueña además de una galería de las más prestigiosas del país–, de una manera de entender la vida: “Quería que el arte contemporáneo fuera parte de la esencia del departamento”, explica.

Mudada hace unos meses, convocó a la arquitecta Patricia Daiez, que junto a su colaboradora, la decoradora Adriana Luna, la ayudó en las tareas de refacción. Otra parte muy importante consistió en la elección de los materiales a utilizar. Por ejemplo, para los baños de usaron materiales bien blancos y brillantes para contrarrestar la falta de luz: mármol de Carrara y cerámicos blancos fueron los elegidos, siempre con la premisa de que la refacción acompañara el criterio estilístico de la época en que se construyó el edificio.

Leé también

Tendencia: reciclar sitios históricos como cafés boutique

Seguramente pueda entenderse el diseño industrial como una forma del arte. Por eso, la dueña apeló a distintas expresiones que constituyen un punto de encuentro entre el arte puro y el mobiliario. Por ejemplo, en el living, la mesa ratona Nobucci comparte lugar con creaciones de Adrián Villar Rojas, Ernesto Ballesteros y León Ferrari.

Leé también

El alma del hogar: cómo decorar con amor

Otro ejemplo puede observarse en la biblioteca, que tiene una pantalla y un proyector para convertir el espacio en un minicine con las puertas corredizas que lo separan del living. Pintura de Fernanda Laguna, y una obra de Eduardo Basualdo Este ambiente da a un balconcito con una vista muy atractiva del barrio.

Leé también

Oasis urbano: la tendencia deco que se impone

La refacción se hizo cuidando todos los detalles: los pisos de todo el departamento son de caldén, una madera autóctona argentina utilizada originalmente en el edificio. La arquitecta hizo un trabajo especial para conseguir el material necesario para los lugares que debían ser completados por la obra. El resultado tiene la doble ventaja de ser un lugar donde el arte tiene preponderancia y, al mismo tiempo, un espacio por demás confortable. Ventajas de hacer de lo estético algo tan esencial como prioritario.