¿Hacés dieta y pareciera que no hay forma de bajar esos kilos que te atormentan? ¿Salís a correr y la balanza sigue clavada en el mismo número todos los días? El esmalte de uñas que estás usando podría ser la causa de tu problema. De acuerdo con una investigación realizada por expertos de la Universidad de Duke cierta sustancia presente en los esmaltes podría ser la que te hace engordar.
Hablamos de algo llamado fosfato de trifenilo, TPHP, presente en la mitad de los esmaltes estudiados que hasta ahora no había sido identificada como problemática. Las investigaciones empezaron cuando hubo que eliminar otras sustancias de tipo cancerígenas y, claro, frente a las peores, este ingrediente nuevo y dañino había quedado en las sombras.
El fosfato de trifenilo viene a a sustituir parte de los químicos eliminados y cumple la función de que los esmaltes duren más y sean más flexibles. El estudio indica que esta sustancia penetra en el organismo al ser absorbida por la superficie de la uña. Y podría afectar al sistema endocrino interfiriendo con el funcionamiento de las hormonas. El TPHP interactúa con la proteína que regula el metabolismo del cuerpo y la producción de células de grasa. E incluso otras investigaciones que han ido más allá atribuyen a este químico un papel importante en el aumento del peso y la obesidad.
En los estudios realizados en animales se ha comprobado que éstos tenían problemas reproductivos y de desarrollo tras haber sido expuestos al TPHP.
El estudio reveló que la presencia de TPHP en el organismo de las voluntarias que participaban era menor si el esmalte de uñas se aplicaba sobre una base de gel, y mayor si era directamente sobre la propia uña.
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