“Escucha tu corazón, respeta tu intuición, manifiéstate, no hay límites”, “repara con cuidado, mientras lo hagas piensa en reparar el mundo”. Así, con una serie de instrucciones, la artista japonesa Yoko Ono inauguró esta semana su primera retrospectiva en Buenos Aires, despertando un furor que asemeja al de muestras como Andy Warhol y Yayoi Kusama. Sólo el primer día asistieron 3.500 personas al Malba, dando cuenta de una masividad que vienen teniendo algunas muestras artísticas en los últimos años.
Perfilando deseos
“Sólo se necesita su participación. Diviértanse con ella y recuerden que ustedes y yo la estamos creando juntos”, sostuvo la artista en un video que se transmitió ante la multitud que participó de la inauguración el jueves por la noche, ya que no pudo estar presente por cuestiones de salud.
En la muestra, bautizada Dream Come True y que estará en el Malba hasta el 31 de octubre, la artista insta al público a participar a partir de una serie de “instrucciones” que aparecerán, además de la sala del museo, en el espacio público, los medios y las redes sociales. Así, un cartel en una avenida, la parada de un colectivo, una página de un diario o un hashtag de Instagram podrán convertirse en escenarios posibles de las indicaciones de la artista.
Los papás de hoy
Además de las largas filas para entrar, durante este primer fin de semana, muchos esperaron y posaron para las fotos al lado de un teléfono rojo antiguo, del que sólo la artista conoce el número. “Cuando suene el teléfono, sepan que soy yo”, reza el mensaje. Sólo hace falta estar allí en el momento indicado. Otros se subieron a la escalera montada para encontrar con una lupa la palabra “sí” en el techo, o estamparon sellos con una de las frases emblema de la pareja Lennon-Ono en un planisferio.
El fantasma y el reggaetón
Proveniente de una familia tradicional, Ono construyó una carrera vinculada al arte conceptual y participativo.
*NOTA publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.
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