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ACTUALIDAD | 05-07-2016 07:47

Intranquilos y confundidos: la demencia también afecta a perros y gatos

Al igual que en los humanos, ésta puede aparecer en los animales cuando envejecen.

Por Sabine Maurer (de la agencia DPA)

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Cuando lo sacan a pasear, Cacique mira confundido el camino por el que ya pasó cientos de veces. Parece perdido. Luego se da vuelta y, sin motivo visible, sale disparado. Cuando su dueña lo llama, vuelve y se restriega contra sus piernas. Desde hace semanas tiene bastantes problemas con su perro: por las noches está intranquilo y se pasea de un lado al otro. Las reprimendas no sirven de nada. Además, cada tanto hace sus necesidades dentro de la casa. Aunque parezca raro, pueden ser síntomas de demencia. Al igual que en los humanos, ésta puede aparecer en los animales cuando envejecen.

Dependiendo de la raza y el tamaño del perro, los primeros síntomas pueden presentarse a los ocho años. Los gatos también pueden sufrirla: alrededor de la mitad de los animales mayores de 15 años presenta estos síntomas.

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Hay muchos paralelos entre la demencia en animales y personas. En veterinaria, se la conoce también como disfunción cognitiva. Los animales que sufren de demencia se desorientan y les cuesta reconocer caminos y personas conocidos. Igual que las personas.

La demencia también altera la rutina de los animales. Éstos suelen vagar de un lado al otro por las noches y se reduce su interés por sus personas más cercanas, sus juegos y todo lo que los rodea. Perros y gatos tienden a ladrar y a maullar más. Pierden el apetito y ya no son tan cuidadosos a la hora de hacer sus necesidades.

El problema es que muchos de estos síntomas pueden deberse a otras enfermedades o ser simplemente consecuencias normales de la vejez. De hecho, es difícil diagnosticar la demencia porque la mayoría de los dueños creen que los cambios en el carácter de sus animales se deben simplemente a que están viejos.

Para el diagnóstico, el veterinario comienza con una revisación general y le pregunta al dueño exhaustivamente sobre el comportamiento de su perro o gato. Luego, le toma al animal una muestra de sangre para analizarla y es posible que también ordene una resonancia magnética del cerebro. De esta forma, el veterinario puede establecer si hay síntomas que correspondan a demencia.

Además de que es difícil de diagnosticar, esta enfermedad tampoco está aún muy investigada en animales. Perros y gatos llegan cada vez a más viejos. Esto hace que surjan enfermedades de las que antes apenas se tenía conocimiento. Si bien ya se comenzó a hablar de demencia en perros hace 60 años, esta enfermedad recién se comenzó a estudiar en profundidad hace unos 10.

Actualmente hay muchos estudios sobre la demencia en animales, especialmente en perros. Además, se está trabajando en una vacuna para evitarla, aunque el éxito aún parece muy lejano.

Al igual que en las personas, la demencia en los animales avanza de a poco. Si bien cada tanto hay días mejores, la tendencia siempre es hacia abajo. Algunos medicamentos, como la propentofilina, pueden hacer que la enfermedad avance más lentamente. El objetivo de esta droga es aumentar la irrigación en el cerebro. Además, hay alimentos especiales para perros con demencia que pueden ser efectivos.

Lo mejor que puede hacer el dueño de un animal con estas características es ser muy comprensivo con él. Lo ideal es brindarle la mayor sensación de seguridad posible. Por otro lado, en el caso de los perros, puede ayudarles darles tareas nuevas para activar el cerebro, como regalarles un juguete o modificar la ruta del paseo diario.

En cuanto a los gatos, hay que tener cuidado que, en su deambular diario, no olviden el camino de regreso a casa. Por otro lado, también puede ser contraproducente encerrar en casa a un gato que estaba acostumbrado a andar por ahí.

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