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ACTUALIDAD | 19-07-2015 13:29

El consumo de bebidas azucaradas podría derivar en enfermedades mortales

El exceso de azúcar contribuye al sobrepeso y la obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas.

Por Noelia Veltri

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Cada año mueren en Argentina 1.745 personas por enfermedades que pueden estar relacionadas con un consumo excesivo de bebidas azucaradas. Así lo advierte un estudio observacional realizado por investigadores de la Escuela de Ciencias y Política de la Nutrición de la Universidad de Tufts y de la Escuela de Salud Pública de Boston (EE.UU.) y publicado en la reconocida revista científica Circulation.

El trabajo estima que el exceso de azúcar que se ingiere a través de gaseosas, infusiones, jugos no naturales, bebidas energizantes y aguas saborizadas podría ser responsable, cada año, de 184 mil muertes en todo el mundo. Es que, según los investigadores, las bebidas azucaradas contribuyen al sobrepeso y la obesidad, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.

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Para realizar el trabajo, los científicos analizaron estudios de cohorte, el Indice de Masa Corporal (IMC) y datos sobre cantidad y causas de fallecimiento de más de 600 mil habitantes de 51 países, además de considerar el consumo de bebidas de 187 naciones. En el caso de Argentina, se tuvo en cuenta la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2005) del MSAL.

“Es imposible saber cuán perjudicial es un hábito hasta que se investiga. Por eso trabajamos treinta años para identificar que las bebidas azucaradas se ubican entre los productos más consumidos, y que se relacionan con el desarrollo de enfermedades que deberían ser prioritarias en las políticas de salud”, le dijo a PERFIL vía e-mail Shahab Khatibzadeh, de la Escuela de Harvard y co-autor del estudio.

Alarma. “En Argentina, considerando todas las edades, la mortalidad total está en el orden de las 310 mil personas por año. Entonces, si 1.745 muertes son atribuibles a un solo factor estamos ante una cifra alarmante, que además se sustenta en un dato clave: en todo el mundo, pero en especial en la región de América Latina, el consumo de bebidas azucaradas aumentó mucho, en paralelo con el incremento del sobrepeso”, explicó Sergio Britos, profesor asociado de la Escuela de Nutrición de la UBA.

Para el estudio se consideraron como azucaradas aquellas bebidas que tuvieran al menos 50 calorías cada 225 cc (equivalentes a un vaso). Vale aclarar que las populares botellitas de gaseosas de 600 cc cuentan con 66 gramos de azúcar. “Al tomar un vaso por día consumimos 22 gramos de azúcar, casi la mitad del total que recomienda la OMS (50 gramos diarios). Pero, además, no incorporamos ningún nutriente sino calorías vacías”, advirtió Lorena Allemandi, directora de políticas de alimentación de la Fundación Interamericana del Corazón.

“Las gaseosas regulares tienen la mayor cantidad de azúcar, seguidas por los jugos, las bebidas a base de soja y las aguas saborizadas, cada vez más consumidas por los niños, algo que debería evaluarse, sobre todo pensando en la obesidad infantil”, agregó Allemandi y citó el caso de México –el país con más muertes atribuibles a las bebidas azucaradas, según el estudio– que aumentó el impuesto de estas bebidas y destinó el dinero a la construcción de bebederos de agua.

“Existen sobradas pruebas de que las intervenciones comunitarias tienen mucho impacto sobre el nivel de consumo, y por ende mejoran la salud de la población. Esto es vital, considerando que el análisis es representativo del 63% de la población mundial, y que cada año mueren 184 mil adultos por enfermedades atribuibles al consumo de bebidas azucaradas”, dijo Khatibzadeh. También aclaró que la relación consumo-enfermedad no es directa ni causal, ya que las patologías responden a múltiples causas.

Para Esteban Carmuega, director del Cesni, “limitar el consumo de bebidas azucaradas es una de las intervenciones más sencillas y que más impactan en términos de salud porque apunta a un factor de riesgo, a diferencia de lo que ocurre cuando le decimos a la gente que tiene que consumir más fruta, más verdura, menos sodio y, además, ser menos sedentarios”

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