Friday 26 de April de 2024
ACTUALIDAD | 18-04-2015 08:00

‘Guerrillas veganas’ militan en contra del maltrato a los animales

En los últimos años, en el país surgieron agrupaciones que se dedican a hacer activismo animal.

Por Rosalia Draletti .

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(Nota publicada en la edición impresa del sábado 18 de abril de DIARIO PERFIL)

Ser vegano ya no es sólo cuestión de abandonar la alimentación carnívora y decir “no” a cualquier producto de origen animal. Para cada vez más personas, el veganismo se ha convertido en una forma de militancia y, en los últimos años, en el país surgieron agrupaciones que se dedican a hacer activismo animal.

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En Pilar, Jaulas Vacías se define como un “refugio anti-especista creado con el fin de rescatar animales de la esclavitud”. Allí, los organizadores alojan vacas, caballos, cerdos rescatados de mataderos o tras denuncias de maltrato. “Son animales que estaban siendo usados para beneficio de los humanos. Ahora viven libres”, sostiene Graciela D’Filpo, activista de la agrupación Veganismo Militante.

“Con las leyes vigentes podemos hacer una denuncia policial cuando un animal tiene signos de maltrato, y allanamos el lugar”, explica Emilia Viacava, quien hace un año fundó esta agrupación. “No basta con dejar de consumir los productos animales, además hay que comprometerse”, sostiene el activista Patricio Luna (24).

Otro de los movimientos veganos es la Revolución de la Cuchara, presente en más de treinta países. Se organizan en “comandos” y en Argentina, dan cursos de cocina vegana y charlas en colegios, además de “choriceadas” –con carnes 100% vegetales– en parques porteños. “La gente ve que se puede alimentar rico sin explotar ningún animal. Antes miraban raro, pero hoy se acercan para degustar”, cuenta Hernán Salatta, uno de los líderes del movimiento.

Con un método duro pero efectivo, los activistas de Pago Por Que Veas se instalan en plazas con una mesa y una notebook, y pagan 5 pesos a todo el que acepte ver un video de un matadero o una experimentación de productos en animales. “Mucha gente no puede terminar de verlo por impresión. Pero se sorprenden y algunos donan para que sigamos adelante”, cuenta Carolina Marguero, de la agrupación. Se trata de una iniciativa antiespecista que comenzó en Estados Unidos y ya dio la vuelta al mundo.

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