Friday 29 de March de 2024
DECO | 10-06-2013 11:35

El chic, a escena

Suntuoso y elegante, con noble mobiliario, este departamento de 200 metros cuadrados está en un edificio de principios del siglo pasado en Recoleta. Las fotos.

Con tintes de escenografía, pero de sobria factura, la casa tiene una impronta clásica que responde al barrio en que se emplaza. La dueña la habita desde hace 34 años: cuando la adquirió, hizo la primera reforma y, en 2009, realizó una segunda, esta vez de la mano de la arquitecta María Bergadá.

Originalmente, la vivienda tenía cuatro dormitorios, dos baños, un escritorio, living, comedor y cocina, comedor diario, lavadero y dependencias de servicio. Al replantearse, uno de los cuartos se diseñó en suite, dos se unieron en un gran dormitorio principal también en suite y el otro se convirtió en un walking closet –de suma practicidad– que queda unido al baño y a este dormitorio.

De esta forma, hoy la casa cuenta con dos dormitorios en suite –uno con vestidor–, un escritorio, living comedor, cocina con comedor diario integrado –apenas dividido por un mueble a  edida–, dependencias y lavadero. La consigna fue generar mayores espacios y  darles un rol esencial a la amplitud y el confort que conlleva. Con la obra se hicieron cambios que sumaron bienestar y una actualización en los materiales de las aberturas: a las viejas se las reemplazó por las de aluminio en blanco.

En todos los ambientes principales, la decoración manifiesta una coherencia de  estilo, donde prevalece el inglés aunque con licencias estudiadas en objetos y  detalles, como es el caso de la araña con caireles de cuño francés –en el dormitorio principal– o la mesa moderna con tapa de vidrio cuyas patas son esculturas –en el living–. Aunque se desarrolla bajo coordenadas sobrias, no faltan toques de audacia: la luminaria del baño, de mármol arabescato, es una antigua araña de cristal que sorprende con su contraste.

Los pisos son de roble  de eslavonia, están hidrolaqueados y cubiertos con carpetas de distintos diseños y texturas que aportan policromía y calidez. Sobre las paredes de color tostado –el tono de las del escritorio es mássubido–, se destacan varios cuadros de gran tamaño: son –entre otros– de Tito Pérez, Ortigueira, Baumgarten, Patricia Kreye y Horacio Arrechea.

Los muebles son de estilo inglés; algunos fueron comprados en remates y otros se atesoran como recuerdos afectivos de la herencia familiar. En su ubicación y distribución se hace evidente el gusto por la simetría. Los géneros son también  verdaderos protagonistas: telas para tapizados y cortinados así como la del entelado en negro del hall de entrada se buscaron con un criterio muy personal, que refleja la estética de la dueña de la casa.

Con la remodelación se lograron superficies generosas que permitieron el lucimiento de las piezas elegidas para ambientar el departamento.

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Nota publicada en el suplemento Home del diario PERFIL.

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