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ACTUALIDAD | 27-06-2012 13:08

Adriana, la ídola de los más chiquitos, revela sus secretos

El alma máter del Sapo Pepe cuenta su paso del jardín a los escenarios. Sus vivencias como maestra, mujer, esposa y madre.

¿Cuánto hace que diste el paso de maestra jardinera a animadora infantil?

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Hace 12 años comencé en el Paseo La Plaza realizando mi primer espectáculo.

Fue justamente "Cajitas de sorpresas" el título del mismo, así como de la primera canción que me animé a escribir y ese es el título del nuevo show que estoy presentando en el Teatro Astral.

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A través de su letra trato de dar un contenido aportando valores como la esperanza y la confianza en uno mismo. Un fragmento de la canción dice "si con fuerza vos deseás que tus sueños se hagan realidad, despacito y con confianza lo lograrás".

Así es cómo intento dejar a los chicos y grandes un mensaje sano, de un modo alegre. Todos tenemos cajitas de sorpresas esperando que nos animemos a abrirlas. Todos podemos animarnos a soñar. Así fue como mi sueño, el de una maestra jardinera se hizo más que real al llegar al corazón de miles de familias que disfrutan de cada encuentro.

Este nuevo show propone la idea de no tener que esperar a que sea el día del cumpleaños o una fecha en especial para darle una sorpresa a quienes queremos. Todos los días son muy buenos para hacerlo. ¿De qué modo? Puede ser con un "te quiero", una carta, una abrazo, una rica comida, la visita a los seres queridos...

¿Cómo ves que han cambiado los chicos desde ese entonces?

Siento que a veces la niñez está sobre estimulada. Creo que los adultos deberíamos tomarnos el tiempo de ofrecerles a nuestros niños un espacio en el que la creatividad y la imaginación sean el centro de su juego. Tener un ratito para leer un libro, dibujar, etc. Esto no tiene que ver con la cantidad de tiempo, sino con la calidad.

Tomarnos ese ratito para pensar en otras opciones además de la tele, la Play y la computadora. Creo que estamos inmersos en una carrera y muchas veces no sabemos hacia donde queremos ir. El tiempo pasa demasiado rápido y después, como dice mi hijo Martin, no podemos rebobinar la vida. Me parece que es muy bueno abrirse a los estímulos, a la tecnología, a nuevos aprendizajes, pero cada cosa en su medida.

¿Cómo compatibilizás tu trabajo con tu vida familiar?

Me hace muy feliz sentirme acompañada por mi familia. Sergio, mi marido, es el productor de mis espectáculos, mi hija Julieta es la coreógrafa, además comparte una escena en la que mi papá toca el teclado, cuando juntas homenajeamos a la gran Maria Elena Walsh. Aunque a veces resulta algo complicado cuando no dejamos de hablar del trabajo ni un minuto de un modo tan apasionado. Por suerte aquí llega nuestro hijo Martin, quien muchas veces, junto con Julieta nos ubican y nos hacen ver que es necesario compartir otras cosas en familia. Aprendemos mucho de nuestros hijos.

¿Cuáles son tus tips de belleza?

Tomar agua me ayuda mucho. Me cuido la piel desmaquillándome cada noche y usando cremas Lidherma que me resultaron muy buenas. Voy, cuando puedo a un centro de estética donde me enseñan a cuidar mi piel. El pelo también lo cuido y me ayudan a hacerlo en Jessicaleo. Tengo una maquilladora y peinadora excelente que viene a cada show. Ella se llama Cintia Nayar y es un genio.

¿Cómo creas el look de Adriana?

Como yo no soy un personaje a veces me resulta difícil encontrar el look. Me encanta dibujar y me pongo a crear vestuarios jugando. Trato de sentirme cómoda para no condicionar mis movimientos al vestuario. Trato de sentirme yo, pero con un poquito más de brillo para la escena. Encontré en el color blanco un color que, además de destacarme del resto de mis personajes en un mundo tan colorido, me da mucha paz.

¿Qué consejos les das a las mamás con los chicos que piden comprar cosas todo el tiempo?

Ellos van a pedir y pedir y somos nosotros, los adultos, quienes les tenemos que enseñar qué cosas se pueden y cuáles no y cuál es el momento adecuado. Ellos están aprendiendo y nosotros, los adultos tenemos la misión de guiarlos poniendo los límites necesarios para una buena educación ayudándolos a darle valor a cada cosa.

¿Qué les dirías a las chicas que recién empiezan el camino del magisterio?

Les diría que recuerden siempre que ellas o ellos también fueron niños. Que recuerden de qué modo les gustaban que les digan las cosas y de qué modo no. Que tengan muy presente que son referentes de los chicos y que los respeten ante todo dando el ejemplo.

Cuando la enseñanza se transmite con amor, con creatividad y alegría es el mejor modo de sembrar en los chicos las semillas de buenas personas para enseñarles a ser "seres pensantes, curiosos, ávidos por querer aprender, saber, cuestionar...". Más allá de los contenidos que debemos transmitir como docentes, considero que lo más importante es ayudarlos a formarse con valores sanos, inculcándoles el sentido de la solidaridad, de la integración, del valor de la familia por ejemplo y desde muy pequeños podemos hacerlo.

Mirá la galería de fotos.

Adriana está presentando su nuevo show "Cajitas de Sorpresas" en el teatro Astral, en avenida Corrientes.

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