Monday 29 de April de 2024
CUERPO & ALMA | 03-07-2016 20:39

Chicos ‘enfermos de fútbol’: sus padres buscan al nuevo Messi

El Campus del Barcelona llega al país y ya está todo agotado. El peligro de convertir el entusiasmo en obsesión.

¡Pateá más fuerte!, ¡Rompelo todo, matalo!”, son gritos que se oyen en las canchitas de fútbol. Son de padres, que mientras sus hijos corren detrás de la pelota, con la remera del 10 y soñando con ser

Messi, los arengan desde la tribuna para que sean los próximos mejores del mundo. Pero cuando detrás del entusiasmo de los chicos se esconde la obsesión de los padres, los entrenadores y especialistas coinciden: el fútbol infantil se convierte en un campo de presiones.

En las 300 escuelitas que componen las ligas infantiles –Federación Escuela de Fútbol Infantil (FEFI) y Federación Amistad de Fútbol Infantil (FAFI)– entrenan unos 45 mil chicos, de 6 a 17 años. Su meta: no sólo debutar en la Primera División, sino convertirse en el próximo crack. Así lo vive Paola Fiscali, madre de Matías (13), que confiesa que su hijo “se enferma de angustia”. “Querer ser el próximo Messi hace que entrene cada vez más duro, sin importar nada más”, se lamenta.

Más que en la cancha, la presión por ser el mejor comienza en casa. “Si bien los técnicos someten al niño a mucha presión, los padres son la principal causa”, explica Marcelo di Gregorio, licenciado en Alto Rendimiento Deportivo. El psicoanalista deportólogo Esteban Colombo agrega: “Es una exigencia desmedida, en donde el padre suele proyectar y depositar en el niño sus propias frustraciones”.

Fermín Acosta, padre de Martín (3), se emocionó cuando su hijo le confesó que quería ser el próximo Messi, pero cuando lo llevó a la escuelita barrial de Almagro, se horrorizó con los “mandatos exigentes” de otros padres.

Por este motivo la Asociación de Escuelitas de Fútbol Infantil (AEFI) creó un código de conducta para padres y eliminó la tabla de posiciones. “Cuando un chico muestra potencial, es peor. Los padres empiezan a creer que van a ‘salvar’ a toda la familia y terminan sometiendo a los chicos a presiones ridículas”, explica Fernando Raposo, coordinador de la entidad. La Fundación Baby, una ONG rosarina, lanzó la campaña “Papis, jueguen limpio”, con videos y pancartas dirigidos a los padres con consignas como “No lo insultes”.

Iguales a Lio. 320 chicos de entre 6 y 17 años participarán del primer campus oficial que el Barcelona realizará en Buenos Aires del 18 al 22 de julio, con entrenadores profesionales del club. “Recibimos hasta cinco llamados diarios para ver si éstas son pruebas para entrar al club. Algunos quieren al futuro Messi. Hasta un padre nos dijo que prefería mandarlo acá antes que a la universidad”, advierte Gonzalo Lamas, presidente de 86 Sports, quien trae el programa al país. Como disposición autorizan a los padres ver sólo un entrenamiento, “porque queremos que se sientan libres, y si no, en vez de incorporar conceptos, absorben las presiones que les generan los padres”, concluye.

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