Por Julieta Mondet
Perfilando deseos
Ella sigue dando rienda suelta a su pasión por la competencia hípica y se muestra más feliz que nunca junto a su familia. La semana pasada fue a un concurso en Saint Tropez, y hace unos días a Montecarlo. En ambas oportunidades Charlotte Casiraghi estuvo muy bien acompañada.
Se trató del Campeonato Internacional de Salto de Montecarlo. Allí la joven deslumbró en la pista y, como siempre, por su belleza. Sin embargo, no fue el centro de atención. Sí lo fue su pequeño hijo Raphael quien acaparó todas las miradas haciendo de las suyas en los brazos de su abuela Carolina mientras ella estaba en la pista. Desde la tribuna la alentaban. Y luego de que le tocara su turno, Charlotte se reunió con ellos en lo que fue un show de mimos y besos.
Los papás de hoy
Incluso, la hija de la princesa hasta se prestó a subir a su bebé a espaldas para que haga de jinete. Una vez finalizado el campeonato, ella junto a su tío el príncipe Alberto fue la encargada de entregar los galardones. Ya sin su bebé, sedujo con su estilo juvenil, sencillo y original. Todo de Gucci, la marca de la que ella es embajadora. Apostó por un diseño corto con estampado geométrico multicolor. Para entonces, el padre de su hijo, Gad Elmaleh también se hizo presente. Y durante la ceremonia intercambiaron miradas y guiños cómplices.
El fantasma y el reggaetón
El actor también la acompañó a Saint Tropez refutando así los rumores de separación que persiguen a la pareja desde hace un tiempo. Lo cierto es que Elmaleh no sólo la alentó en la competencia que tuvo lugar allí sino que además se convirtió en su admirador número uno. Y siguió atento su performance. Por momentos incluso algo nervioso, mientras ella trataba de superar los obstáculos. Allí también aprovecharon la escala deportiva para pasear en familia.
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