Después de dos años y medio de matrimonio, los príncipes de Mónaco, Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock, acaban de anunciar que van a convertirse en padres a final de este año. El bebé, que será el primer hijo de la pareja, llega en medio de un seguido de rumores de desaveniencias entre ambos debido a las dificultades de ella para adaptarse a su nueva vida y a la familia política.
Perfilando deseos
Alberto II, que en marzo cumplió 56 años no va a estrenar paternidad, puesto que ya tiene otros dos hijos ilegítimos, nacidos de relaciones anteriores. El bebé, del que no se ha facilitado el sexo, será el primero en la línea de sucesión, lugar que hasta la fecha ostentaba la princesa Carolina, hermana del soberano.
La boda de los príncipes de Mónaco tuvo lugar en julio de 2011, en una ceremonia civil y otra religiosa, en la que asistieron personalidades del mundo de la política, la moda, el deporte y los negocios. Se casaron tras diez años de relación, cinco de convivencia y uno de compromiso.
Los papás de hoy
Hace tiempo que le preguntaban a la Charlene, de 36 años, por su posible maternidad. La princesa siempre tuvo claro que no entraba en sus planes una maternidad inmediata después del enlace matrimonial que contrajo conel príncipe de Mónaco. La prioridad era adaptarse a la nueva vida y su fundación, a pesar de la diferencia de edad con su marido.
El fantasma y el reggaetón
En marzo de este año en una entrevista sorprendió con estas declaraciones: “Deseamos mucho tener un hijo. Todo está en mano de Dios. Hemos pasado por muchos momentos difìciles y profundos cambios en nuestra vidas personales. Estar juntos siempre ha sido un reto que nos ha unido mucho”. Dos meses y medio después, el momento ha llegado para la pareja como ha hecho público el palacio monegasco en un breve comunicado: "El príncipe y la princesa de Mónaco están encantados de anunciar el embarazo de la princesa Charlene".
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