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ACTUALIDAD | 17-10-2015 08:22

‘Habitaciones de escape’: experiencias que combinan adrenalina con ingenio

Se juega en grupos de hasta cinco personas que deben, en una hora, resolver desafíos para escapar de cárceles, morgues y neuropsiquiátricos simulados. Las empresas ya las eligen para fomentar el trabajo en equipo.

Por Danila Saiegh

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“El encierro es simbólico. En todas las habitaciones hay cámaras y micrófonos. Si fuera necesario, acudiremos en su ayuda”, advierten desde la organización de Juegos Mentales, una de las dos versiones argentinas del formato importado Escape Rooms (literalmente, habitaciones de escape), que es furor en todo el mundo y que aquí gana adeptos: hasta las empresas los incorporaron para trabajar las sinergias en sus equipos de colaboradores (ver aparte).

La premisa es propia de un videojuego, pero reeditada en la vida real: un grupo de personas tiene que conseguir salir de una habitación cerrada resolviendo pistas y enigmas. El tiempo máximo para lograrlo es de una hora. “De verdad parece que estás robando un museo o escapando de un neuropsiquiátrico”, asegura Aldana, tras jugar en las dos propuestas de escenarios que ofrece Juegos Mentales. “La ambientación de las salas es perfecta; eso le da un plus a la adrenalina a la que ya tenés por la experiencia de encierro”. Para Mercedes, su compañera de juego, lo mejor es que la actividad “no implica fuerza ni destreza física, sino descifrar un problema en grupo mientras aumenta la adrenalina”. Danil Tchapovski y Alekxandr Matviychuk, dos rusos que, cautivados por las novelas de Natalia Oreiro, decidieron instalarse en Argentina, son los responsables del espacio que abrió en marzo en San Telmo. Se juega en grupos de hasta cinco personas y vale entre 400 y 500 pesos por grupo, dependiendo del horario en que se juegue. “Estos juegos son eficaces porque plantean una situación donde la supervivencia está en peligro y donde la alianza con los otros es necesaria”, asegura la psicoanalista Irma Persichino. “Este tipo de juegos apela al simulacro, se sostiene en una situación real. Los resortes inconscientes que despiertan una y otra modalidad son diferentes. El simulacro convoca a lo reprimido, ya que ataca la existencia por aislamiento, desamparo o peligro externo”, explica.

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Para todas las edades. En Eureka Leg, otro espacio de juegos ubicado en Palermo, aseguran que los frecuenta “todo tipo de público: familias con hijos mayores de 9 años, grupos de amigos de 20 a 50 años, parejas, aficionados de los juegos de aventura on line, empresas, colegios que vienen como excursión”, detalla Roy Christensen, uno de sus socios y creadores. Pasaron 8 meses en el SUM de la casa de uno de ellos probando los juegos antes de lanzarse al mercado. Hay varias opciones de juego, entre ellas escapar de una cárcel de máxima seguridad, salir de un cuarto donde yace un cuerpo antes de que llegue la policía y hasta un escenario basado en la historia real: salvar al presidente de un inminente golpe militar. Martín probó una de las habitaciones de Eureka y volvió por más: “Nos divertimos muchísimo buscando todas las pistas: es increíble como todo el tiempo se sienten sensaciones de nervios, ansiedad, confusión, miedos y, a la vez, euforia”. La última innovación de Eureka es Poltergeist, una habitación de terror explícito sólo apta para mayores de edad, contraindicada para cardíacos y embarazadas.

“El que juega se involucra y la experiencia lo atraviesa y lo moviliza. Cuando jugamos nos acercamos más a nosotros mismos y a los otros”, asegura Laura Slafer, técnica en Recreación. Las emociones que aparecen en este tipo de actividades, subraya, tienen que ver con la “tensión lúdica”. Y afirma que, si bien los adultos “no nos damos mucho permiso para el juego, lo lúdico es un aspecto que nos constituye como seres humanos física, mental y emocionalmente, y debería acompañarnos a lo largo de toda la vida”.

Inspirados en lo virtual

No hay duda de que la inspiración de los Escape Rooms son los videojuegos que se basan en la misma premisa: escapar. Tal es el caso de Doors o Can you escape? Los primeros en “pasarlos a vivo” fueron un grupo de programadores en Silicon Valley, San Francisco, en 2006. Casi paralelamente, una empresa japonesa, Scrap Entertainment, se adjudica la creación del formato que fascina a personas en todo el mundo. A partir de ahí, la idea se extendió a Europa, Asia, Oceanía y América, y se convirtió en una atracción clásica para locales y turistas. Las versiones parisinas  se encuentran en los primeros puestos del ranking de atracciones que ofrece TripAdvisor, la mayor web y aplicación de viajeros de todo el mundo.

Por su parte, las ediciones inglesas de este formato, el ClueQuest y HintHunt, también están entre las actividades más recomendadas por viajeros. En Budapest, por ejemplo, más de 30 juegos de escape se abrieron en los últimos años. Paul Bart, fundador de Escape Hunt, con sede en 21 países, asegura que la gente “se aburre con el sedentarismo”.

Generar sinergia para salir

Compañías como Google, Banco Galicia, P&G y MercadoLibre, entre otras, eligen cada vez más este tipo de juegos para afianzar los roles y el espíritu de equipo. Lionel Zajdweber, director de medios digitales de Cartoon Network Latinoamérica cuenta  que “bajo la presión del tiempo, cumplir con las pautas hizo que nos escuchemos entre nosotros, tomemos decisiones como equipo y distribuyamos las tareas de modo eficiente”. La experta Slafer llama la atención sobre la intencionalidad que se imprime en la propuesta: “Cada participante queda más o menos visibilizado de acuerdo con el tipo de escenario que se presente. El líder no será el mismo donde haya que desarrollar la creatividad, la lógica o el desempeño físico. Hay que ser cuidadosos a la hora de instrumentar el juego en este tipo de contexto para no correr el riesgo de etiquetar o inventar medidas estandarizadas”, agrega.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.

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