Las dietas extravagantes de las famosas, muchas de las cuales provocaron una fiebre por seguir sus pasos para cuidar la figura, son por lo general desequilibradas y dañinas para el cuerpo, según lo aseguraron varios especialistas.
Desde la excéntrica dieta adelgazante para mejorar la sexualidad que proclama la actriz Kim Kardassian a base de comer solo mariscos, hasta la dieta púrpura que sigue Maríah Carey, que no come más que alimentos de ese color; la de Jennifer Aniston, que hizo una dieta consumiendo sólo comida para bebés; o la del pomelo de Kylie Minogue que se basa en comer pomelos casi de modo exclusivo.
Ni hablar de la polémica dieta celíaca que promueve Gwyneth Paltrow en su último libro, o la dieta alcalina que impulsa Victoria Beckam y la crudivegana que siguen extremistas como Demi Moore o Sting.
Según el doctor Adelardo Caballero, director del Instituto de Obesidad de España, la dieta de mariscos de Kardassian no sólo es “un regimen caro” sino que además es “desequilibrado” y “no cuenta con el apoyo de ninguna razón fisiológica que demuestre que los bivalvos aumenten la actividad sexual”, según explicó al sitio español abc.es.
La dieta alcalina que promovió Victoria Beckham por Twitter, al decir que era fan del libro “Honestly Healthy” que habla de un plan para adelgazar. Pero, según la nutricionista Itziar Digón de Tacha Beauty, la misión de la dieta alcalina no es bajar peso sino regular el PH de la sangre, incrementando alimentos como frutas y verduras, papa cocida, algas, frutos secos sin tostar, legumbres y derivados; pero reducir los acidificantes, como lácteos, azúcar blanco, marisco, chocolate, cerdo, ternera, harina blanca, bollería industrial, salsas y condimentos, alcohol, bebidas gaseosas.
Pero según la doctora Paula Ross, coordinadora de Corporal m+c, la desventaja reside en que cuando hay un exceso de alcalinidad se pueden producir espasmos musculares, calambres, nerviosismo extremo y falta de concentración. Y destaca: “Desde mi punto de vista suprimir radicalmente el aporte proteico y los lácteos es algo en perjuicio para nuestra salud”.
La dieta sin gluten de Gwyneth Paltrow, sobre la que escribió un libro que desató polémica, se basa más bien de eliminar los carbohidratos.
Claves para lograr una logenvidad saludable
La médico británica Yvonne Wake calificó de “estúpida” esta dieta “porque los niños necesitan ingerir carbohidratos ya que les aporta glucógeno, que hace que el cerebro esté en funcionamiento”. Mientras que la doctora Paula Ross la calificó de “absurda”. “Los alimentos sin gluten no son hipocalóricos, ni bajos en azúcares, ni en grasas, ni más saludables. Con lo cual, pueden engordar igual que los alimentos con gluten”.
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La dieta crudivegana o “raw food” es el mantra de Natalie Portman, Demi Moore, Uma Thurman, Beyonce, Donna Karan, Sting… Y de algunas fanáticas como Pamela Anderson y Daryl Hannah que hasta se convirtieron en activistas de campañas internacionales contra el maltrato animal.
Empoderada al fin
Los fans de esta dieta aseguran que durante el proceso de cocción de los alimentos el 80% de los nutrientes son destruidos. Y que los alimentos elaborados a menos de 47ºC conservan sus enzimas y vitaminas, generando un mejor funcionamiento del sistema inmune y de las células.
Leticia Carrera, farmacéutica y nutricionista de los centros Felicidad Carrera explica que “no todo es blanco o negro”. Y advierte que una dieta exclusiva de productos crudos puede conllevar a una pérdida de nutrientes vitales y que es necesario asegurarse de la frescura de los alimentos ya que hay más riesgo de sufrir enfermedades producidas por bacterias y parásitos, que mueren con la cocción. “En personas con hernia de hiato, gastritis o intolerancias digestivas tampoco se recomienda”, asegura la nutricionista. “Y da más hambre porque la comida caliente sacia más que la fría”.
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