Friday 26 de April de 2024
DECO | 15-04-2013 12:55

Clorindo Testa, el arquitecto artista

Homenaje a uno de los últimos representantes de una generación convencida de que hacer casas y edificios es una obra humanística. Su obra en una galería de fotos.

“Por sus frutos los conoceréis”, Mateo 7:16. Para Clorindo Testa, el prestigioso arquitecto nacido en Ceppaloni (Nápoles, 1923) que acaba de fallecer a los 89 años, la cita bíblica dispara una reflexión que conduce a una síntesis ineludible: su obra es fiel reflejo de su personalidad.

Siempre innovando, rodeado de jóvenes, probando nuevas expresiones, la visión de este artista cuya producción pictórica y arquitectónica cosechó infinidad de premios y reconocimientos se enrola en el devenir cambiante que Heráclito anunciaba. Testa sabía que era imposible bañarse dos veces en las mismas aguas de un mismo río y amaba la vida como una colección de instantes. Es en “sus frutos”, y por ellos, donde se descubre su espíritu profundamente inquieto, alineado al presente y su contemporaneidad. “Para mí siempre es como si todo fuera hoy”, dijo en ocasión de una entrevista en su estudio de Callao y Santa Fe.

“Proyectar siempre ha sido para mí como un juego de ajedrez, donde cada movida implica resolver un problema. Cada caso, cada proyecto, es único y hay que acomodar las piezas sobre el tablero de forma única. Me descubro en cada movimiento, me dejo llevar sin reglas fijas porque el cambio con sus flujos y reflujos no admite que te estanques. Lo que cuenta es el presente –decía por entonces– como verdadera síntesis del tiempo. Y lo que no resigno es la libertad en cada acto de creación.”

Testa se graduó como arquitecto en 1947 y entró al estudio dirigido por Jorge Ferrari Hardoy, donde estaban Juan Kurchan y Antonio Bonet, todos ellos discípulos de Le Corbusier, por entonces paradigma de una generación de arquitectos.

Sin embargo, aunque Frank Lloyd Wright y Ludwig Mies Van Der Rohe también constituían una suerte de sagrada trilogía, Clorindo fue un creativo respetuoso de esos grandes, pero no le interesaba repetirse ni copiar porque decía: “A mí me gusta empezar de cero cada vez; no tengo ganas de hacer siempre lo mismo. Tampoco quiero marcar tendencia ni hacer escuela”.

Sin embargo, el tiempo lo dirá y es probable que no se le haga caso. Basta echar una mirada sobre algunos íconos de su creación, como el Banco de Londres (1959-1966)–su salto a la fama, por su estilo transgresor–, la galería de arte Altera en Pinamar (1998), la casa La Tumbona, en Ostende (1985), la Biblioteca Nacional, con su mitad en el subsuelo y su parte elevada, emergiendo en “cuatro patas”, que para Testa configuraba un “gliptodonte” (1962), el Hospital Naval Central de Buenos Aires (1982), el Centro Cultural Recoleta (1980), el balneario La Perla en Mar del Plata (1985), el Buenos Aires Design (1990-1993) –antiguo convento de los monjes recoletos cuya remodelación compartió con figuras de la talla de Jacques Bedel y Luis Benedit– y las múltiples casas como la que le hizo a Josefina Robirosa –La Capotesta (1967-1968)– para abstraer su impronta.

La audacia en el color, el uso del hormigón, las formas impredecibles y su obsesiva percepción del paso del tiempo serán harto significativos a la hora de hurgar en su estilo y repensar su legado.

Mencionado en Rayuela de Julio Cortázar y en Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sabato, Clorindo Testa fue un artista que traspuso los muros de la arquitectura para expresarse en las bellas artes. Alguna vez –él solía contarlo– alguien le dijo que cuando pintaba parecía un arquitecto y cuando hacía arquitectura parecía un pintor. Lejos de molestarlo, el comentario le parecía acertado: en sus telas distinguía planos y en sus diseños –como la casa que proyectó en el Country Club San Diego– pensaba en rojos para las paredes, ventanales que eran triángulos invertidos, semicírculos, cuadrados y rectángulos vidriados, para provocar “el desafiante orden del desorden”.

Fue declarado Ciudadano Ilustre como arquitecto y artista plástico por su contribución a la identidad de Buenos Aires.

Mirá todas las fotos haciendo click aquí.

Textos: Sissi Ciosescu.

Fotos: Daniela Mac Adden /supressagencia.com. /Cedoc Perfil

Publicado en el suplemento Home del diario PERFIL.

En esta Nota

Comentarios