Son madres, esposas, amas de casa y exitosas profesionales. Se trata de la "mujer multitasking". Trabaja 24 horas al día los siete días de la semana y cuando llega su casa, en vez de tirarse a descansar, se pone a cocinar para su familia, lava los platos, mira los deberes de sus hijos y atiende a su marido.
Después de que Maru Botana anunciara su octavo embarazo, es válido preguntarse cómo hace. ¿Hay alguna posibilidad de ser madre, esposa y desarrollar una carrera exitosa sin morir en el intento? La Licenciada Rosalía Beatriz Álvarez, psicóloga especialista en Pareja y Familia, recalca que "hoy día es muy común que la mujer trabaje y además tenga hijos".
Sin embargo, el tiempo dedicado a los hijos no es de la misma calidad si se tienen dos hijos o si se tienen nueve o diez. Al mismo tiempo, una madre que pasa 24 horas del día con sus hijos, puede estar desganada, mientras otra que tiene sólo cuatro horas al día para compartir, aprovecha al máximo ese momento.
Aunque los avances fueron importantes en materia de desarrollo profesional de mujeres, las diferencias entre los sexos todavía son notorias y se ven, sobre todo, en los sueldos. Todavía se subestima el trabajo de la mujer y, aunque se les permite el ingreso a un trabajo, siempre tienen que lidiar con un techo, la famosa "campana de cristal" que, en general, no les permite ocupar los puestos más altos.
Por supuesto, hay una cuestión de nivel socioeconómico determinante. No es lo mismo una pareja que cuenta con personal o hasta la propia familia como ayuda que una pareja que se hace cargo de todo sola.
"Tengo pacientes mujeres que vienen al consultorio y cuando les pregunto si trabajan me responden que no, que son amas de casa. El rol de ama de casa es una tarea que muy pocos maridos e hijos valoran. Pero es una tarea inacabable. En países de Europa o en Estados Unidos, donde contratar personal doméstico sale una fortuna, es mucho más común que las parejas se dividan las tareas del hogar y que el hombre cambie pañales y lave los platos. En Latinoamérica no", dice Álvarez.
¿Y los hombres? "Hoy la mujer ya no es criada para ser una buena esposa y tiene otras ambiciones. Hemos cambiado un montón. El hombre, que hasta ayer era el único proveedor, hoy no lo es. Antes su rol estaba bien definido y hoy tiene una compañera que provee, por lo cual puede descansar más pero también entrar en competencia", dice la psicoanalista.
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Hoy los hombres tienen que asumir algunos aspectos femeninos en la crianza de los hijos y en las tareas del hogar. "La manera en que se comporta tiene mucho que ver con cómo fueron criados de chicos: si la madre les dio todo en bandeja, les va a costar. Pero también depende del vínculo que se haya armado en esa pareja", comenta Álvarez.
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El mejor consejo a la hora de enfrentarse al rol de madre y profesional es saber pedir ayuda a la pareja. "La buena constitución de una pareja, unida por el afecto, es la mejor forma de criar hijos. Compartir una tarea tan difícil como la crianza es un logro. También es importante saber decir basta cuando una mujer está agotada física e intelectualmente, darse un tiempo para el ocio y para mantener siempre un espacio personal.
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