El imperio de Jimmy Choo tiene menos de treinta años de existencia, pero una trayectoria que lo posiciona, junto con Manolo Blahnik y Christian Louboutin, como el creador de una de las marcas de zapatos más deseada y elegante de la moda.
Los zapatos son democráticos. Todas pueden llevarlos con glamour sin necesidad de ejercicios, dietas o cuerpos esculturales. Con esta idea como concepto, en 1986, un artesano malayo llamado Jimmy Choo, nacido en una familia de zapateros, instaló un taller en el East End de Londres y comenzó a crear algunas piezas de ensueño para importantes personalidades como Lady Di, por ejemplo.
Diez años después, una editora de Vogue UK, Tamara Mellon, descubrió el potencial de los diseños y junto al artesano le puso nombre oficial a la empresa de lujo: Jimmy Choo. El crecimiento fue exponencial: en menos de una década se abrieron más de 150 tiendas en todo el mundo.
Amados por las celebrities, los zapatos de la firma llevan el sello de calidad italiana y se destacan por su sensualidad. Unas botas de lluvia a 375 dólares es lo más barato que se puede conseguir en la tienda online de la marca. De ahí, para arriba. Los stilettos clásicos arrancan en los 695 y para los más caros de todos, unos tacos imposibles customizados con piedras de Swarovski, hay que invertir 3250. Las sneakers más accesibles, tan de moda esta temporada, cuestan entre 495 y 1425 dólares.
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Nicole Kidman, Jennifer López, Kate Middleton, Cate Blanchett, Cindy Crawford, Victoria Beckham y Sarah Jessica Parker son algunas de las celebrities fans de la marca.
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