Ni sexo explícito, ni desnudos y una pareja protagonista con menos química que dos galletitas de agua. Queda claro por qué la esperada película que versiona el bestseller de las 50 sombras de Grey se estrena en San Valentín: los rumores aseguran que el film se parece más a un cuento de hadas que a la lujuriosa historia de sexo que atrapó a millones de mujeres en el mundo.

Perfilando deseos
Por eso, y aunque seguro la vamos a ver sólo para odiarla, viene bien darle un vistazo a este trailer de la película en versión Lego -Fifty shades of bricks- que, según dicen, es más subida de tono que el original.
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