El protagonista en la visita que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y su mujer Michelle hicieron a los duques de Cambridge fue sin duda el primogénito del matrimonio, George.
Perfilando deseos
El joven príncipe, de dos años y medio, recién se había despertado de la siesta cuando llegaron los Obama, por lo que los saludó en bata y pantuflas. No obstante, demostró su sangre azul al darle la mando al mandatario estadounidense.
Los papás de hoy
Luego, jugó con el caballito de madera que Barack y Michelle le habían regalado cuando nació. En el encuentro también estuvo presente Harry, tío paterno del pequeño, que tuvo una charla con la primera dama estadounidense.
El fantasma y el reggaetón
Las tiernas imágenes fueron difundidas por el Palacio de Kensington a través de las redes sociales.
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