La finalidad: eliminar los sobrantes de piel, y mejorar la modelación del abdomen y el contorno corporal. El método: una cirugía plástica.
La lipoabdominoplastia es la operación a las que varias mujeres acuden después del parto para sacarse esos molestos rollitos que aparecen tras el embarazo y también para las que suben y bajan de peso bruscamente.
“En términos simples, es la cirugía que combina la lipectomía con la lipoescultura y permite modelar el abdomen y el contorno corporal, permitiendo revertir los efectos negativos de distintos procesos negativos que modifican la estructura de la zona media del cuerpo”, explica el médico Roberto Martínez Rinaldi (MP: 20.951 - ME: 8.237), especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva de la Clínica Gallia.
“Habitualmente recurren a esta intervención muchas mujeres que a causa del embarazo, cambios bruscos de peso, por acción del paso del tiempo u otros factores, quedan con secuelas en su abdomen, las cuales dan una mala apariencia a la zona y –en algunos casos- pueden ser incluso perjudiciales para la salud”.
Cómo es la operación. “La dermolipectomía consiste en eliminar por vía quirúrgica la piel y grasa abdominal sobrante, localizada entre el ombligo y el pubis. Los músculos rectos, que son los más afectados en estos casos, están ubicados en dos vainas; y en una línea media del abdomen existe un cordón fibroso que puede estirarse en distintos momentos de la vida por aumento de la presión intraabdominal, quedando como resultado una debilidad en toda la línea media del abdomen, del esternón hasta el pubis”, explica el médico.
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