Para la noche de gala utilizó un vestido verde de la firma Jan Taminiau con el juego de esmeraldas de la Casa Real, uno de los más emblemáticos.
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Un "real" estilo: dejarse las canas
La tiara data de 1896 y fue encargada al joyero alemán Schürmann, como regalo de la Reina Emma para su hija, la reina Guillermina I de los Países Bajos. Pasó a la reina Juliana y a la reina Beatriz y de ellas, a Máxima. La acompañan aros y collar. También un broche que llevó en la cintura.
Para compromisos de día usó dos equipos: un total look en tierra de vestido, zapatos y gran sombrero de rafia y otro en rosado que complementó con un collar de perlas y flores y otra gran flor en su cabello.
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