Tres graffiteros de San Francisco denunciaron a Roberto Cavalli por plagio. Revok, Reyes y Steel son los nombres artísticos de Jason Williams, Víctor Chapa y Jeffrey Rubin, los creadores de un mural pintado en 2012 en el distrito Madison de San Francisco que la casa italiana habría utilizado para estampar prendas y accesorios de la colección cápsula Just Cavalli primavera-verano 2014.
Un "real" estilo: dejarse las canas
Los denunciantes consideran que Cavalli ha violado su propiedad intelectual y afirman que ellos nunca dieron su consentimiento para usar su obra en bienes de consumo. Los artistas solicitan que se suspenda la venta de las prendas y también piden una reparación económica porque, según explican en la denuncia, “nada es más antitético para un graffitero que venderse a una marca de lujo europea como Cavalli”.
Entre las demandas de los artistas se incluyen daños, costos, gastos y honorarios de sus abogados, además de la restitución de los ingresos y también el reintegro de los beneficios.
Desde Cavalli se emitió un comunicado que califica las afirmaciones de los artistas como “declaraciones altamente difamatorias, sin ninguna base e incorrectas”. Así mismo, el texto apunta que el diseñador está dispuesto a defenderse “vigorosamente” de estas acusaciones para demostrar su inocencia.
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