El diseñador Ottavio Missoni, murió hoy a los 92 años en su casa en la localidad de Sumirago y deja un imperio textil que revolucionó la moda por el uso de los materiales y sus atrevidos estampados. Y murió sin haber encontrado a su hijo Vittorio, quien desapareció en enero de este año junto su mujer y otras cuatro personas cuando viajaba en avioneta sobre archipiélago venezolano de Los Roques.
Un "real" estilo: dejarse las canas
Missoni revolucionó el mundo de la moda por el uso de nuevos materiales y estampados osados y coloridos, al tiempo que vistió a grandes figuras como Jakie Kennedy, Kate Middleton y Máxima Zorreguieta, ahora Reina de Holanda.
Este año, el diseñador nacido en Croacia había cumplido el sesenta aniversario de su matrimonio con Rosita Jelmini, con quien abrió su primer taller de confección en la provincia de Varese, primer paso de un exitoso imperio familiar.
Ottavio Missoni y Rosita Jelmini se conocieron en 1948 en Londres, donde había viajado para participar como atleta en los Juegos Olímpicos y ella estudiaba inglés. Sucede que su primer oficio fue nada menos que el deporte, y hasta llegó a convertirse en campeón mundial de Italia, en campeonato juvenil de atletismo, cuando tenía apenas 18 años.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Missoni se alistó en las filas italianas y llegó a ser apresado por las tropas aliadas y confinado durante cuatro años en Egipto.
La marca Missoni se ganó con los años una reputación de innovadora y fue la primera que dio un giro hacia el mercado de masas asociándose con la cadena estadounidense Target. Con diseños para hombres, mujeres y niños y presencia en la alta costura y la perfumería, la casa también realizó interiores de coches para las marcas Mazda y dos hoteles de lujo, en colaboración con el grupo Rezidor.
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