Ramón gatea a toda velocidad hacia el estante de los CD, la madre de pronto lo ve y grita "¡NO! ¡Ahí no!". Los álbumes de fotos también son terreno prohibido, y ni hablar del cable de la lámpara. ¿Cómo manejar a un niño cuando empieza a explorar la casa por su cuenta? Los padres deben ponerle límites por su propio bien, por supuesto, pero ¿cuántos "no" son buenos?
"En realidad los niños suelen aprender mejor cuando se los felicita y se sienten seguros de lo que han hecho", comenta la pedagoga Maria Grosse Perdekamp, que recomienda tomar ciertos recaudos en casa para no tener que estar frenando constantemente al niño. Si uno quita del camino lo que no quiere que se rompa, "puede evitar muchos 'no'", sugiere.
Perdekamp también dice que los padres deben tener en cuenta que sus hijos más pequeños no tienen desarrollada la memoria de largo plazo y que no están seguros de qué es lo permitido y qué es lo prohibido hasta que no tienen unos cinco años. Antes de eso la regla suele ser: comienza un nuevo día, comienza un nuevo experimento.
"Los padres a veces creen que sus hijos hacen algunas cosas a propósito, pero no es así", observa la especialista. Ella recomienda sacar ventaja de algo muy sencillo: los niños, cuando están en edad de gatear, se dejan distraer muy fácilmente. Si están en dirección a los CDs, seguramente se quedarán muy entretenidos a medio camino si uno les da unas llaves o una olla.
Fuente: Agencia DPA
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