Las hormonas son mensajeros químicos que fabrica nuestro organismo en las glándulas endócrinas. Su función es regular distintos procesos como el crecimiento y desarrollo, el metabolismo, la función sexual y reproductiva y el estado de ánimo. El exceso o déficit de alguna de ellas provoca distintos signos o síntomas que deben tenerse en cuenta a la hora de realizar un chequeo hormonal, dado que pueden derivar en enfermedades más o menos graves.
Las alteraciones hormonales pueden asociarse a distintos procesos fisiológicos o a trastornos patológicos, que pueden establecerse mediante pruebas de laboratorio en sangre, orina o saliva, luego de una evaluación médica.
Ante algún síntoma, una evaluación inicial por un profesional médico permite detectar muchos trastornos vinculados a alteraciones hormonales, siendo este control indispensable para que la determinación de laboratorio a solicitar tenga la suficiente sensibilidad y especificidad que permita arribar a un correcto diagnóstico.
Es importante señalar que muchas determinaciones hormonales deben realizarse bajo estrictas normas establecidas de laboratorio con el fin de que la interpretación de los resultados sea correcta, como por ejemplo: horario de toma de muestra, momento del ciclo menstrual, condiciones de reposo, medicación concomitante permitida, etc.
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