Ni tonta ni perezosa Sarah Jessica Parker viajó a Dubai para presentar sus zapatos en el centro comercial de lujo Harvey Nichols, donde autografió cada pieza de la colección.
Para la ocasión, la actriz ahora también diseñadora eligió uno de sus clásicos vestidos muy Carrie Bradshaw de cintura marcada y falda con vuelo en color dorado con un estampado de flores en relieve. En los pies llevó unas botas violetas de su propia colección.
Con un precio de entre 200 y 500 dólares, sus zapatos se inscriben en el contexto de un mercado mucho más accesible que los de Jimmy Choo o Manolo Blahnik. La colección está compuesta por botitas de piel, stilettos de los colores más extravagantes y unas botas altas llamadas Pat Boot en honor a Patricia Field, la diseñadora de vestuario de Sex and te City.
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