Después de las mechas californianas o el ombré, de las splashlights o el sombré, la nueva tendencia para el pelo son las babylights, que, en realidad, vienen a ser los claritos -o reflejos en versión más sofisticada- de antaño con nombre diferente.
Babylights hace referencia a los pequeños mechones de pelo que se iluminan con dos o tres tonos menos que el original, pero con una vuelta: a cada sección separada se le hace un degradé que logra un efecto mucho más prolijo y luminoso que el contraste que se venía usando hasta ahora.
Se trata de una técnica mucho más laboriosa que la del simple desgastado de puntas y que, incluso, la versión antigua de los reflejos. Acá también con gorra y aguja de crochet -el sufrimiento no lo evitamos- se separan mechoncitos mínimos de pelo por toda la cabeza y se aplica el color uno por uno haciendo, a la vez, el degradé, ombre o mechas californianas.
Dicen que el creador del nuevo look es un estilista londinense, Jack Howard, aunque lo cierto es que todas sabemos que los claritos los inventaron las peluqueras de barrio.
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