Hablamos del #HairGate, la polémica más extraña escuchada hasta ahora acerca del flamante iPhone6. Al parecer, las quejas se viene acumulando desde su reciente lanzamiento.
No es que el aparato emita ondas perjudiciales para el cuero cabelludo, sino que simplemente se trata de un tema de construcción, de diseño material: cada vez que los usuarios con melena -o barba- hablan por teléfono, ven como unos cuantos mechones de pelo quedan enganchados entre el cristal de la pantalla y el aluminio del marco.
Las quejas, chistes y comentarios invadieron Twitter y terminaron por denominar al problema como el #HairGate. Entre los muchos tweets publicados al respecto, son una multitud los que se preguntan si las pruebas del teléfono fueron realizadas sólo con gente pelada.
El nuevo modelo cuesta en Estado Unidos alrededor de 700 dólares. De ahí, claro, el enojo de los que, felices por su adquisición, ahora temen el peor final: invertir en un tratamiento para evitar la pérdida de cabello.
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