Por Marcia Onzari y Viviana Langer (*)
Todas las comidas son importantes, pero en los niños deportistas la última comida antes de entrenar requiere de algunas consideraciones especiales, porque cumple varios objetivos:
- Abastece al cuerpo de energía.
- Previene intolerancias digestivas
- Previene que el niño sienta hambre
- Suministra agua
El intervalo de tiempo entre la última comida y el inicio del entrenamiento influye fuertemente en el rendimiento deportivo. Lo ideal es que durante la hora previa al inicio de la actividad los niños no coman alimentos y que entre 1 a 4 hs previo al inicio coman alimentos ricos en hidratos de carbono como cereales y sus derivados (Ej. panes, pastas, vainillas, cereales para el desayuno), frutas, papa.
Los alimentos ricos en hidratos de carbono requieren poco trabajo digestivo y brindan energía durante la práctica deportiva.
Estas son algunas recomendaciones y alimentos sugeridos para la última comida previa a los entrenamientos y las competencias:
Si es el desayuno o la merienda: Incluir dos vasos de agua; leche o yogur descremados; pan; cereales, granolas, frutas, jugos, mermeladas, miel, gelatinas, helados de agua, bizcochuelo, vainillas, by biscuit.
Si es el almuerzo o la cena (preferentemente comer 2 horas antes del inicio de la actividad): incluir dos vasos de agua; evitar frituras; preferir salsas simples (ej. tomate); preferir carnes blancas (ej. pollo, pescado); incluir variedad de pastas, cereales, hortalizas, legumbres, frutas.
En la comida cercana al inicio de la práctica deportiva es adecuado limitar:
- Los alimentos ricos en grasas porque requieren mayor trabajo digestivo y pueden producir náuseas o vómitos.
- Las bebidas con gas, porque pueden producir malestar abdominal.
- Los alimentos que nunca se probaron, para prevenir inconvenientes por falta de tolerancias en el momento cercano a la práctica deportiva.
- El volumen excesivos de alimentos, porque producen malestar gástrico.
- Las golosinas y las bebidas azucaradas en exceso, porque pueden producir un pico de elevación del azúcar en sangre y un posterior descenso rápido, produciendo fatiga y bajo rendimiento.
Los niños que no hayan comido durante las últimas cuatro horas antes de comenzar la práctica deportiva no deberían realizar actividad física.
* autoras de Alimentación para la actividad física y el deporte (Ed. El Ateneo)
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