Carla Bruni volvió a aparecer en un acto público dos meses después de dar a luz a su hija Giulia, nacida de su matrimonio con Nicolas Sarkozy. La primera dama francesa, que ocultaba sus curvas bajo un grueso poncho, repartió regalos entre los trabajadores del Palacio del Elíseo en la tradicional fiesta de Navidad de la presidencia francesa junto a su esposo.
Perfilando deseos
La italiana dio a luz el pasado 19 de octubre en la clínica parisina La Muette y desde entonces había permanecido voluntariamente recluida en su residencia recuperándose del parto. Aunque ésta es la cuarta vez que se deja ver tras su paso por la clínica –algunos paparazzi la fotografiaron paseando por su residencia con la recién nacida–, es la primera que lo hace en un acto público, y el cansancio se hacía patente según transcurrían las horas.
El presidente y su mujer distribuyeron presentes a los hijos del personal y a niños de varias asociaciones en una ceremonia a la que asistieron más de 900 invitados, que intentaban conseguir un beso, un autógrafo o una fotografía junto a la pareja.
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