El Papa Francisco mantuvo un encuentro privado de 25 minutos con el Gran Duque, que llegó acompañado por su mujer, sus hijos (cada uno con su esposa) y sus tres nietos. María Teresa usó el privilege du blanc, reservado para las soberanas y sus nueras respetaron el protocolo, de negro y con la cabeza cubierta. Salvo a la alemana Claire Lademacher, esposa de Félix, a quien se la vio con una falda demasiado corta para la ocasión.
Un "real" estilo: dejarse las canas
El papa sorprendió al dar la bendición a toda la familia luego del encuentro, mientras los niños jugaban con los rosarios que Francisco había entregado a cada uno de los miembros, junto con "un medallón del Pontificado" y las clásicas Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium y Encíclica Laudato Si.
La familia real, en cambio, le obsequió al pontífice una foto familiar tomada el 16 de marzo y dedica, en español, "a nuestro Santo Padre Francisco con el respetuoso y filial cariño de toda nuestra familia".
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