Friday 26 de April de 2024
GALERIAS | 07-05-2016 07:46

Juliana Awada abrió la quinta presidencial

Finalmente la edición española de Vogue publicó la producción que en marzo le hizo a la primera dama en la residencia de Olivos. Familia, moda y Michelle Obama.

Por Ernesto Ise

Si Mauricio Macri continúa generando expectativa en determinados círculos del poder  internacional por ser el presidente del llamado “cambio”,  a su modo y por varias razones,  en otro ámbito, ocurre lo mismo con su mujer.

Pero en el caso del mandatario, éste corre con una ventaja. Para responder a mucha de esa curiosidad e intriga que provoca –incluso por los Panamá Papers– tiene ministros, asesores, funcionarios diversos y también empresarios que pueden explicar mucho mejor que él –tarea que a veces no es muy difícil–, requerimientos específicos sobre todo lo que implica la toma de decisiones en un nuevo tiempo político. Es decir, en ese sentido, queda menos expuesto a preguntas incómodas y a repreguntas incisivas que motiven actitudes como la sucedida en el Foro de Davos cuando eligió la puerta de salida de la conferencia de prensa y no contestar sobre la detención de Milagros Sala.

La otra agenda. En cambio, la situación de  Juliana Awada es otra. Por un lado, su secretaria de tiempo completo le organiza la agenda mediática: una que acumula y acumula pedidos de entrevistas formales, es decir, cara a cara y con la correspondiente producción fotográfica. Por otro, su círculo de amigas no puede hablar por ella, y se cierran ante cualquier intento de preguntas que puedan comprometer esa relación de amistad. Tampoco y por razones obvias, pueden  hacerlo integrantes del equipo de Gobierno. Y cuando sí lo hacen, tampoco provocan una noticia interesante.

Mes a mes, su secretaria renueva como un plazo fijo la promesa de un reportaje con la primera dama y en eso no se hace diferencia entre nacional e internacional.

Igualmente, Awada es consecuente y mantiene una actitud que tenía antes del 10 de diciembre: conserva desde siempre un celular donde por Whatsapp rara vez deja sin respuesta a los periodistas que personalmente ella conoce desde que era tan sólo “la nueva novia de Mauricio Macri”. Y esos chats los suele terminar con la misma frase: “Igual cuando quieras saber algo, sabés que estoy”.

Palabra mágica. En el mundo de la moda internacional hay palabras que producen fascinación y abren puertas. Y una de esas es Vogue. No es novedad alguna que esa publicación nacida en 1892 es la “Biblia” de la moda. Tampoco que no es lo mismo la edición norteamericana –es decir la Vogue que dirige Anna Wintour– que la italiana, la francesa o las dieciséis restantes.

Pero con ese sello, la edición española consiguió ingresar antes que cualquier otro medio a la residencia de Olivos y con la primera dama dando un reportaje completo, es decir, entrevista y cambios de vestuario en distintos ambitos de la propiedad presidencial. (Las fotos  publicadas en Vogue España y que realizó, Luis Ruidao, un fotógrafo argentino que vive en París, ilustran estas páginas).

Esto último era –y todavía lo es– el objetivo para muchos medios nacionales ya que la tan enunciada redecoración de la residencia genera interés. Aunque la misma está a cargo de Paz Carodonti –como primiciara PERFIL en su momento–, dicha ambientadora sigue las instrucciones de la propia Juliana.

En cuanto a la entrevista propiamente dicha, las respuestas fueron relativamente previsibles o conocidas, Esto es, la importancia que tiene para ella la familia; el apoyo incondicional a su marido en las decisiones personales que tome con respecto a la política, su rol como primera dama, por qué se enamoró de Macri..., o el mejor consejo que le dio Michelle Obama cuando estuvo en Argentina en marzo último: “Que nosotros somos el sostén emocional de nuestros maridos e hijos”.

Hillary Clinton y Michelle Obama, elegidas

Ambas fueron tapa de la edición norteamericana de Vogue, pero Michelle Obama aventaja a Hillary Clinton  ya que Anna Wintour, la editora de la publicación, le dio ese espacio en dos oportunidades, marzo de 2009 y abril de 2013. Hillary lo fue en diciembre de 1998, mes en el que coincidió con el impeachment al que se sometió a Bill Clinton –por entonces presidente de Estados Unidos– por el escándalo (Monica) Lewinsky. En el caso de Michelle, más allá de haber colaborado con cenas a beneficio en las dos campañas presidenciales de Obama, Wintour escribió en el sitio web de la publicación el mismo día de la primera asunción de los Obama, cuánto significaba para el país la figura de Michelle como primera dama. Annie Leibovitz fotografió a ambas mujeres para las respectivas producciones y en las páginas de las mismas se las exhibió como “modelos” en la Casa Blanca. “Tengo mucha suerte de haber podido tener en la producción de Vogue a mujeres que de verdad admiro, Hillary y Michelle. Todas esas ediciones fueron hitos para la revista y me dan muchísimo orgullo”, declaró Wintour en una entrevista que en agosto de 2011 publicó la revista Forbes.

*Nota publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil

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