Hace tiempo que el diseñador que marcó un estilo tiene ganas de despojarse de los adornos y piedras que lo acompañaron siempre.
En este, su año número veinte, prefirió concretar en el papel las líneas y estructuras que lo hacen ser más él mismo, sin artificios. Claudio Cosano es transparente, y su última colección lo refleja y lo define de una manera más sincera. El blanco y negro, la confección cuidada, los colores pasteles aparecieron y lo elevaron un peldaño más.
“Me inspiro en la vida. Empecé con una maquina de coser hogareña y la pasión me llevo hasta aquí, soy un enamorado de la vida y me arriesgo” , siempre destaca sus ganas de disfrutar de lo que hace y cada creación nos muestra ese recorrido.
Esta vez se arriesgó a abandonar excesos, que de alguna manera lo definían, para mostrar lo esencial: el corte y el diseño de cada vestido. Por primera vez no hubo estampados aun cuando la tendencia lo pedía. Cosano fue por otro camino, el de la elegancia con cautela y logró cautivar un nuevo público.
Las celebridades que Siguen a Claudio se animaron a aplaudir de pie. La puesta en escena ideada por el diseñador sorprendió con un juego de luces láser. Se sintió mucha emoción y profesionalismo en la semana de la moda argentina, que cada año, nos presenta Héctor Vidal Rivas.
Chapeau!
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