“Safra viene de Zafra, la cosecha de la lana, el algodón y otros cultivos; este proyecto llega como una cosecha de aprendizajes y de ideas que fui incorporando a lo largo mi vida y que hoy me ayudaron a encontrar un estilo propio”, confesó Melisa Baur, una mujer de 38 años que hace 15 decidió apostar al mundo de la moda. En el último tiempo, dejó de lado la producción de carteras y lanzó Safra, su marca de trajes de baño.
Cromoterapia: colores que solucionan conflictos
Los diseños realizados en lycra tienen especial atención en la costura y sus terminaciones, algo fundamental para que la vestimenta garantice durabilidad. En ese sentido, la diseñadora, que está pendiente del proyecto en todo momento, detalló: “Somos muy meticulosos, tenemos un área de control de calidad que revisa prenda por prenda”.
Según indicó la dueña de dos empresas de la industria del vino, pero apasionada por la moda, los trajes de baño enteros son la tendencia de esta temporada y “vinieron para quedarse porque son aptos para todas las edades”. La enteriza, una prenda imprescindible que se debe tener en el vestidor, ya que no sólo garantiza comodidad, sino que también estar a la moda.
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Aunque el negro sea un clásico, en Safra apuestan a los colores fuertes y que se roben todas las miradas. “Buscamos ir por una paleta de colores vibrantes pero que a la vez son básicos que no pasan de moda, como el rojo Tomate o el azul Blue jean”, detalló Baur.
Los infaltables del verano
La enteriza, una prenda imprescindible que se debe tener en el vestidor, ya que no sólo garantiza comodidad, sino que también estar a la moda
Del mismo modo, mencionó que sus trajes de baño van destinados a “un público de mujeres que ya saben lo que les queda bien, que valoran la confección y la calidad de los productos”. Asimismo, resaltó: “Es para aquellas que buscan tener un placard de esenciales con prendas de diseño atemporales”
Tal como lo hacía con el diseño de carteras y en la actualidad también con los tejidos o sombreros, Melisa apunta a la exclusividad: “Junto a mi socia, Carla Croce, hacemos pequeñas cantidades de cada producto”. Igualmente, sostuvo que las prendas que se realizan a mano, como sacos o sweaters, son piezas únicas.
Más allá de su marca, la licenciada dejó en claro la importancia del vestido en el ropero de todas las mujeres: “El de lino está siempre vigente en el verano, nunca pasa de moda, es práctico, suelto y canchero. Hay que tener, como mínimo, uno largo y otro corto, porque se llevan puestos todo el tiempo”. Además, agregó que “sólo hay que lavarlo a mano y secar al Sol, no destiñe, no se achica y como ya está establecido que es normal que se arrugue, no necesita plancha”.
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