El español, creador de la marca que lleva su nombre, fue el protagonista del segundo FASHION TALK de MERCEDES BENZ. El diseñador conversó durante una hora con la periodista Carla Rodríguez y enamoró a un auditorio repleto de personalidades y amigos en MALBA.

El zapato como forma de arte
Llegó a Buenos Aires para participar de un Reality de moda televisivo auspiciado por sus fragancias. Dueño de un carisma atrapante aseguró que el camino hacia la consagración como diseñador fue lento y que pudo lograrlo con una mezcla de trabajo y azar. El slogan que inventó con la vuelta del lino en sus colecciones fue el que provocó una llamarada en el camino. “ La arruga es bella” comenzó a decir en las etiquetas de las prendas de lino y así provocó un quiebre en el mundo de la moda, que empezó a mirar con atención hacia Adolfo Domínguez.
Quiso estudiar cine y arte pero la dificultad lo trajo nuevamente a vivir entre costuras, donde había nacido. Lo devolvió a su naturaleza.

García Uriburu y su amor por la vida
“Me anoté como meritorio para trabajar en una película y me enteré que había 500 antes de mí, me di cuenta de que sería demasiado duro y volví a la costura”.

Miradas superadoras sobre la igualdad de género
Carla lo llevó hacia sus inspiradores en el mundo de la moda.
Destacó al japonés Issey Miyake, lo conoció en París: “Me deslumbró el drapeado y luego los tejidos hechos a mano. Japón es un país sumamente refinado, como los italianos o los mejicanos. Tiene que haber un cierto magma para que surjan ciertas cosas”. El gran referente de la alta costura, Balenciaga y su discípulo Givenchy fueron otros de sus admirados, según Adolfo, verdaderos artistas. Breakfast at Tiffany's, la película americana y el vestuario de su protagonista, Audrey Hepburn fueron un hito de su inspiración.

Cine Francés en Buenos Aires
Uno de los momentos más interesantes fue el que provocó la pregunta ¿Cómo es la mujer que inspira? Domínguez sorprendió casi en un susurro con su respuesta: “Me inspira la mujer que mira por la ventana, más que la que se mira al espejo. Uno cree que mirándose sabrá más de si mismo y es al revés cuanto más miras el mundo más te conoces. Me gusta esa mujer, la que mira el mundo”. El silencio se sintió en el auditorio, un momento mágico de reflexión que creó este hombre pequeño, aparentemente insignificante, con su humildad e inteligencia.

Laurencio Adot y sus 30 años en la moda
La moda, según Domínguez, es circular a pesar de la vertiginosidad del mundo de hoy. “Internet ha cambiado todo. La comunicación de la moda hoy pasa por internet”. ¿Que vendrá después? Según él, el silencio, la necesidad de retirarse a la montaña o al mar desconectados.
La ecología es otro de sus desvelos. “Desde niño me interesa el tema, he nacido pensando en él, es que es una cuestión de conciencia. Vivimos en un mundo limitado y si no cuidamos los recursos no la vamos a pasar bien. Es un mensaje de lucidez, no tiene que ver con la ética”.
Admirador de lo latino, de la pasión que tenemos en el alma, habló de Astor Piazzola como uno de sus referentes, también de Borges y de su debilidad por los perfumes desde que su abuela ponía membrillos y manzanas en los armarios y hacía que su casa se impregnara de esa fragancia. Perfumes para mujeres distintas, de todo el mundo; pero que según este vegetariano, ecologista y apasionado, tenemos en común la necesidad de agradar. “todos nos vestimos para que nos quieran”, concluyó. Se retiró sigilosamente, sin llamar la atención, dejando un tiempo para pensar en sus palabras.
Twitter: @marianaarias
Comentarios