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DECO | 26-06-2014 07:28

Encanto vintage

Esta vivienda de 60 m2 reúne muebles originales, entre los que hay desde gangas compradas on line hasta tesoros familiares, pasando por creaciones de la misma dueña.

En el momento en que Luz y su marido, Mauricio, empezaron a buscar un departamento para mudarse vieron muchos candidatos, pero cuando abrieron la puerta de éste supieron que era el elegido. Esta vivienda de casi 60 m2 es luminosa, tiene buena distribución y palier privado. “Eso es genial –dice Luz–, porque ninguna de mis paredes da con la de un vecino”. A la hora de elegir, esto sumó puntos.

Si bien Luz y Mauricio son economistas, ella decidió dedicarse a la rama del diseño y hace dos años fundó, junto con una socia, su marca Cosa Bonita, donde crea estampados para telas, objetos deco y accesorios para la casa. Mauricio aún se dedica a la economía, pero es fotógrafo aficionado. Esta veta creativa de los dueños de casa explica la fuerte presencia de arte y objetos.

Las paredes, si bien en su mayoría fueron pintadas de blanco, son grandes protagonistas de los espacios. Por un lado, en el comedor un empapelado en blanco y negro delimita el espacio; por el otro, en los muros de toda la casa cuelgan pinturas, dibujos y fotos. Entre ellos hay regalos que Luz conserva desde su niñez, cuadros de los artistas Luisa Freixas y Claudio Giannini, y hasta una ilustración de Liniers en sus comienzos como caricaturista.

La mayoría de los muebles tienen esa impronta de “tesoro encontrado” que los hace invaluables, aunque todos fueron personalizados de algún modo por su nueva dueña. La mesa del comedor, por ejemplo, fue rescatada de una quinta, donde sobrevivió a un incendio. Luz le dio su toque armando sobre ella un rompecabezas de tres mil piezas que, con un vidrio arriba, oficia de divertida tapa. El mueble de las bebidas lo compraron por 45 pesos en un remate de la localidad de Carlos Keen hace cinco años. Le arreglaron la tapa y los herrajes y… ¡voilà!: mueble retro como nuevo. El sillón turquesa era color crudo. Fue adquirido por internet y pintado con látex al agua (sí: ¡pintado! y luego barnizado).

Los objetos, que son muchos pero que coexisten en completa armonía, son una mezcla de regalos de la mamá de Luz y recuerdos de viajes varios. Cada uno va encontrando su lugar en la biblioteca del living o en el mueble del dormitorio. También tienen muchos libros, unos cuantos de economía. El dormitorio, en el que priman los textiles, es bastante amplio y con baño en suite. La mezcla de estampados en sutiles blanco y negro da resultado. Hay un estante donde se apoyan cuadros, fotos y objetos.

Texto y producción: Mariana Soulages.

Fotos: Néstor Grassi.

Agradecimientos: Luz Fernández Iglesias, de Cosa Bonita.

Nota publicada el sábado 21 de junio de 2014 en el suplemento Home de diario Perfil.

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