Por Elenza Zelle (especial de la agencia DPA)
A muchas mujeres nos pasa. Una vez al mes nos sentimos tristes, muy sensibles, y cualquier cosa nos puede causar un tremendo enojo. En Medicina se lo conoce como el síndrome premenstrual, que también puede ir acompañado de molestias físicas. ¿Hay que soportarlo tal cual y dejarlo pasar? Por un lado, sí, hay cosas que son inevitables. Pero, por el otro, también es bueno saber qué es y manejarse tomando ciertos recaudos.
- ¿Cómo se manifiesta el síndrome premenstrual?
Fundamentalmente en el cambio de ánimo y en una sensación distinta en la forma de percibir el cuerpo durante los días previos al inicio de la menstruación. Según el ginecólogo Christian Albring, existen dos tipos de síndrome. "Uno, pautado por cierto desánimo, desgana, falta de energía, sensación de depresión y de estar sobrepasado por todo. El otro se caracteriza por cierta agresividad o una mayor vulnerabilidad hacia lo que sucede alrededor", explica. Estas cuestiones anímicas pueden ir acompañadas de un mayor apetito y de dolores en los pechos.
- ¿Por qué sucede?
"La causa está en los cambios hormonales del ciclo, en particular en la caída del estrógeno en la segunda mitad del ciclo, que se extiende hasta la menstruación", dice Albring, que añade que eso puede tener un impacto en la serotonina, una sustancia que suele generar una sensación de felicidad. Por eso en esos días previos al inicio de la mensutración prevalece la tristeza.
- ¿Quiénes se ven más afectadas?
No todas las mujeres lo viven así, y no a todas les sucede con la misma intensidad. Algunos estudios llevados adelante en la Universidad de Marburgo indican que el síndrome suele hacer una nueva aparición cuando se producen cambios hormonales como, por ejemplo, después de un embarazo.
- ¿Qué hacer?
Lo mejor es hablar del tema con el ginecólogo, habiendo apuntado antes los síntomas que sintió durante todo un ciclo. Lo importante es encontrar el punto medio al encarar el tema. No hay que banalizarlo, pero tampoco es bueno tratarlo como una patología, porque obviamente cualquier persona experimenta cambios de ánimo a lo largo de un mes.
- ¿Qué se puede hacer para amortiguar los efectos?
Los especialistas recomiendan que las mujeres que están en esos días previos no consuman alcohol, cafeína y azúcar y que intenten mantener en guardia el peso. Por supuesto que no existe una receta mágica que sirva para todas por igual, pero hacer ejercicios de relajación muscular puede ayudar mucho a bajar la tensión y, a su vez, el movimiento liberará cargas de estrés.
- ¿Existen medicamentos para contrarrestar los efectos?
No hay nada específico, pero puede servir recurrir a métodos anticonceptivos hormonales. Y si no quiere ingerir hormonas, puede recurrir a las alternativas vegetales.
- ¿Cómo tratar el tema en la familia o en la pareja?
Para esto tampoco existen recetas mágicas, pero la frase "Oh, te está por venir" debería quedar prohibida en el hogar. Lo mejor es hablar abiertamente del tema, eligiendo algún día tranquilo en el que se pueda plantear con total serenidad la pregunta de cómo manejarse en esas situaciones, para que esos días no se vuelvan una carga adicional en casa.
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