Charlize Theron no quiso escuchar súplicas ni explicaciones. Después del ridículo engaño de Seann Penn, la actriz decidió cortar por lo sano y aplicar la técnica del llamado ghosting, es decir, desaparecer del mapa de la vida del otro sin responder sus mensajes ni atender sus llamadas. Un método que, al parecer, es mucho más común de lo que parece a la hora de terminar una relación comprometida.
De acuerdo con una encuesta realizada en octubre del año pasado en Estados Unidos, la técnica Charlize -así parece que será su denominación de moda-, es utilizada por, al menos, el 11% de la población. O sea, una de cada diez personas aproximadamente aplicó lo que ahora se llama "ghostear" a alguien.
Lo peor del asunto es que el método no se aplica sólo en relaciones incipientes, sino en vínculos consolidados, por ejemplo, como cuando Daniel Day Lewis, en 1989, le comunicó por fax a su pareja embarazada, Isabel Adjani, que había decidido separarse de manera unilateral. Así como irse a comprar cigarrillos y no volver más.
Hoy son cada vez más los que se enteran que acaban de ser dejados por whatsapp o, casi como una involución, por mensaje de texto. Cortar una relación es tan horrible que muchos consideran que el ghosting es una forma evolucionada de hacerlo sin dramas ni charlas inútiles de sentimientos que sólo provocan más dolor sin dejar nada claro.
Los casos se multiplican no sólo entre desconocidos, sino también entre hermosas y exitosas celebrities. Joe Jonas dejó a Taylor Swift con un llamado de 27 segundos y a Kate Perry la dejaron por mensaje de texto primero y después por mail.
Galería de imágenes
Comentarios