Tuesday 23 de April de 2024
AGENDA | 08-12-2022 16:16

Empoderamiento femenino: mujeres dueñas de su cuerpo, deseo y goce

Analía Lilian Pereyra indaga sobre los estereotipos de género que condicionaron a las mujeres y realza el empoderamiento femenino para combatirlos.

Siglos y siglos pidiendo permiso, para amar, para disfrutar, para decidir. Vivimos pidiendo autorizaciones, qué podemos hacer, qué está bien que me guste, qué es lo que debo ponerme para salir, qué le digo a mi novio…marido, qué hago con mi hija si le pasa…

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El cuerpo, ese territorio original, que parece muchas veces no pertenecernos. El poder patriarcal acciona en su correcto funcionamiento, coartando nuestra libertad y expresión de deseos.

Crecemos sin conocer el poder de nuestro cuerpo. Maduramos convencidas de pertenecer a la mitad de la humanidad que nació con el sexo débil. En una sociedad occidental y cristiana nos aseguran que hemos sido creadas con apenas una costilla masculina, que nos corresponde sufrir para parir y reprimir nuestros placeres por recato. 

Estereotipos de género que nos moldearon, impidiendo el conocer nuestros cuerpos menstruantes, ocultado nuestros sentimientos y manifestaciones de esa sangre que nos maldice por pecadoras y que sutilmente nos dicen que somos: “señoritas”.

"Vivir una vida sin violencias es sin duda una de las luchas de los movimientos feministas".

Moldearon nuestros deseos hasta convencernos que el príncipe azul es lo único que queremos para ser felices, y que nuestros hijitos serán el broche que cierre esa familia, divino tesoro que ansiamos construir. Y que para ello, debemos ser buenas nenas, así ellos nos eligen como esposas y madres de sus hijos.

Tenemos que “comportarnos” para no provocar a los varones, ya que ellos no saben resistirse, son puro instinto, ¡tienen testosterona y parece que ello les impide discernir! Así nos convertimos en las responsables de ser portadoras de un cuerpo de mujer.

Las típicas frases con estereotipos de género

Nos mandan a esconder este cuerpo, territorio de disputas de todos menos de nosotras las mujeres. Escondelo, odialo por gordo, menstruante, cuerpo anoréxico y de una loca.

Escuchamos: ¡Qué querés si vos te vestís así! Tapate un poco, no es de “señoritas” que salgas así. Cerrá las piernas, no te toques. La masturbación es un tabú femenino. Por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa. 

Él dice: Que… ¿no tenés ganas? ¿No tenés orgasmo? -Vos sos frígida.  ¿Cómo que yo no te caliento? ¡Si con todas las que estuve la pasaron muy bien! Sos vos, vos tenés un problema.

Mujeres COMO OBJETOS para el goce de un otro, el que siempre está ahí demandante para poseer este cuerpo, el cuerpo que le pertenece. Hay que aprender a decir "no" y cuando lo decimos, es no.

"El patriarcado tomó nuestra soberanía, tomó la soberanía sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros placeres y nuestro deseo".

Como no nos enseñaron cómo disfrutar en libertad, hay que iniciar ese recorrido. Cómo nos valoramos, nos miramos y nos aceptamos, cuanto más rica, sana y plena sea nuestra sexualidad, nuestra vida se verá enriquecida en todos sus aspectos. 

Si pensáramos la relación con nuestro cuerpo desde el inicio de nuestra vida con una perspectiva feminista se resignificarían nuestras experiencias y nos empoderaríamos con ellas.

Soberanía sobre nuestros cuerpos, comenzando por tu propio goce.

Lic. Analía Lilian Pereyra. Sexóloga Clínica y Educativa. MP: 22-1773, @licenciadaanaliapereyra.

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