Por Claudio Corsalini (*)
“El objetivo es que la confitería Ideal recobre su prestigio y vuelva a ser el ícono de la Ciudad, tal como lo fue en la primera mitad del siglo pasado”, explica el arquitecto Alejandro Pereiro, responsable de la remodelación y puesta en valor de uno de los establecimientos gastronómicos más representativos del espíritu porteño de antaño. “No vamos a hacer ninguna intervención que vaya en contra del espíritu de lo que fue la Ideal. Queremos que su pastelería, por ejemplo, vuelva a ser uno de los principales atractivos del lugar”, agrega el director de la obra.
La Ideal cerró sus puertas al público el pasado 31 de marzo y se estima que permanecerá con sus persianas bajas y en obra entre ocho y doce meses. Entre los elementos que se restaurarán figuran las arañas francesas, la boiserie de roble de Eslavonia, todo el mobiliario, los vitrales italianos, cielorrasos, bronces, mármoles, rejas y vitrinas. También se intentará recuperar algunos de los elementos que fueron desapareciendo con el correr de los años, como por ejemplo los clásicos faroles del frente del edificio de la calle Suipacha, casi esquina Corrientes.
También se pondrá en valor el escenario donde tocaba la tradicional Orquesta de Señoritas y se recuperará el balcón que alguna vez tuvo el primer piso del edificio construido por el ingeniero C.F. González.
Un lugar con historia. Pensado en un primer momento como un salón de té para señoritas, con los años el perfil del lugar viró hacia el tango. Así fue como desfilaron los principales referentes de la música ciudadana de todas las épocas, al punto de llegar a instalarse en el primer piso un museo homenaje a Carlos Gardel. En una de las vitrinas del lugar, aún se conserva una de las guitarras del cantante fallecido en 1935.
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Así fue como la Ideal se convirtió en visita obligada de los extranjeros amantes del 2x4. Entre sus visitantes ilustres se cuentan Maurice Chevallier, Vittorio Gassman, María Félix y Robert Duvall. También fue elegida como locación de época por Alan Parker, que filmó escenas del film Evita y Carlos Saura, quien rodó partes de Tango. También pasaron por allí Yoko Ono, la cantante islandesa Björk y más recientemente Charlie Watts, el baterista de los Rolling Stones.
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Según cuenta Pereiro, socio del estudio de arquitectura Pereiro-Cerrotti, el plan de obras se basa en la restauración integral de todo el edificio respetando cada detalle del proyecto original de 1912, cuando lo fundó el comerciante gallego Manuel Rosendo Fernández. “Estamos relevando cada una de las piezas que conforman la Ideal. Tornillo por tornillo, silla por silla. Es un trabajo ingrato pero hay que hacerlo. Es la única forma que tenemos para saber dónde estamos parados y así comenzar con los trabajos. La idea es comenzar con la obra en sí los próximos meses”, indica el responsable de las tareas.
“A los porteños les causa una muy buena impresión la reapertura de un bar tradicional que respete su fisonomía original. Las intervenciones arquitectónicas en estos locales gastronómicos que respete su impronta siempre son exitosas. Y esto se traduce tanto en la afluencia de público como en la facturación”, asegura Horacio Spinetto, miembro de la Comisión de Protección y Protección de Bares Notables.
Por su parte, Italo Daffra, creador de #54Bares, una movida para visitar y apoyar los cafés y bares Notables, señala que “es una gran noticia para todos los habitantes de la Ciudad que amamos los bares históricos que el lugar se recupere y se ponga en valor con el respeto a la arquitectura tradicional. Si bien la confiteria está en un edificio muy lindo y tradicional, con una ubicación que es envidia de muchos, también sabíamos que le hacía falta una remodelación integral de toda su estructura a fin de volver a tener su esplendor y convertirse en el punto de encuentro que fue”.
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(*) Publicado en la edición impresa de DIARIO PERFIL
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