Natalia Vodianova es una modelo rusa que este jueves se robó todas las miradas durante la ceremonia de apertura del Mundial Rusia 2018. Allí, en el estadio Luzhniki de Moscú acompañada con por el arquero español Iker Casillas, presentó el trofeo de la de la Copa Mundial de la FIFA.
Perfilando deseos
La mujer de 36 años fue nombrada embajadora de su ciudad natal, Nizhny Novgorod (al oeste de Rusia) y escoltó la Copa del Mundo. Vodianova está casada con Antoine Arnault, heredero del imperio del lujo LVMH que dirige firmas de gran relevancia en el mundo de la moda como Louis Vuitton, Dior, Givenchy, Fendi o Loewe, entre otros. La pareja tiene dos hijos: Roman y Maxim Arnault. Ella además es madre de otros tres hijos, fruto de una relación anterior.
Los papás de hoy
Look. Para el evento futbolístico, la modelo optó por un traje en color blanco con tela fluida que en la parte superior constaba de una blusa con un nudo en el centro y un pronunciado escote en V. Completó el outfit con un pantalón de tiro alto y tacones de la misma tonalidad. El maquillaje fue natural y resaltaba sus labios y ojos.
El fantasma y el reggaetón
Su vida. A los 15 años Vodianova ingresó a la agencia de modelos de su ciudad y dos años después la empresa Viva Models de París se fijó en ella por su belleza natural. Desde los 17 años trabajó junto a diseñadores de renombre como Mario Testino, Annie Leibovitz y Steven Meisel, entre otros. Participó de incontables campañas fotográficas y fue tapa de portadas de exitosas revistas como Vanity Fair y Cosmopolitan.
Además del Mundial de Rusia 2018, también figuran los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 y formó parte del evento Eurovisión 2009.
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Asimismo, la mujer suele participar de organizaciones benéficas; además de haber fundado Naked Heart Foundation en 2004, una entidad que se centra en la creación de oportunidades para niños desfavorecidos y necesidades especiales.
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