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ACTUALIDAD | 17-01-2015 11:35

Los aparatos para rastrear a los hijos son furor y ya hay polémica

Su uso genera controversia porque invaden la privacidad.

Por Agustina Canaparo.

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Son como una especie de Gran Hermano que monitorea las veinticuatro horas cada paso o movimiento que hacen chicos y adolescentes. Pulseras inteligentes, llaveros con botón antipánico y apps de geolocalización a través del smartphone; la tendencia a “controlar” a los hijos a través de dispositivos electrónicos ya se instaló en EE.UU. y en Europa, y en Argentina pisa cada vez más fuerte. Sin embargo, su uso genera controversias sobre la invasión a la privacidad de los niños y la falsa sensación de seguridad que pueden generar en los padres.

La semana pasada, en la feria de tecnología CES de Las Vegas, LG presentó la pulsera Kizon, que permite a los padres acceder a la ubicación de sus hijos y comunicarse de manera directa con ellos a través de un simple botón. Por su parte, la empresa taiwanesa Beluyy mostró la opción Guardian, que ofrece la posibilidad de establecer un perímetro permitido para el niño y, en el caso de que lo traspase, emite una alerta para avisar al adulto. También España desarrolló La Peque Alarma, un dispositivo de localización remota, resistente al agua.

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Las opciones de rastreo por GPS no se limitan a las pulseras. Existen tablets especializadas en ejercer su función de “guardián”, como la de la marca sueca Trax, y apps de descarga gratuita, como Qustodio, Control Paterno, Sec App y Life 360, que permiten saber la localización exacta de los chicos en cualquier momento, lo que es especialmente útil en casos de emergencia.

En la Argentina, la empresa Efesur lanzó las pulseras con tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) para garantizar un mayor control en los viajes de egresados a Bariloche y de las quinceañeras a Disney. “Permite hacer un chequeo de cada uno de los lugares que visitan los jóvenes desde su entrada y salida al boliche, hotel y lugares para comer. Además, se carga en el chip la ficha médica de cada uno de los pasajeros”, explicó Santiago Rial, gerente comercial de Efesur y uno de los creadores del sistema.

Los padres coinciden en que la pulsera les permite estar actualizados de cada una de las actividades del viaje y que les garantiza mayor seguridad. “Estoy tranquila porque existe un control constante del ingreso-egreso de los chicos a los diferentes lugares y cuando uno pide información sobre algún paradero, los coordinadores te saben responder con exactitud”, dijo Jaqueline Isabel Troncoso, una de las madres que el año pasado contrató un viaje de egresados por una de las agencia de viaje que ya utiliza el sistema.

Dilema moral. El uso de dispositivos para rastrear a personas despierta un fuerte debate ético. ¿Está bien que se utilice en chicos o es una invasión a su privacidad? ¿Puede crear en los padres una falsa sensación de seguridad? “Con estos dispositivos corremos el riesgo de un descuido exagerado por parte de los padres porque puede suceder que se confíen demasiado en la tecnología”, opinó la psicóloga Adriana López, cofundadora de Momento Cero y supervisora del Centro de Psicopatología Infanto-Juvenil de San Isidro. “Creo que estos aparatos son válidos como un complemento, pero no tienen que transformarse en una supervisión constante, ya que de esta forma no se permite que el niño empiece a tener mayor autonomía y se autogestione solo”, agregó.

Por su parte, Marisa Russomando, psicóloga especializada en maternidad, crianza y familia, opinó que el uso de los dispositivos tecnológicos depende de la edad del niño, ya que no es lo mismo que se use a los 3 años que a los 18. “Por lo general, los hijos adolescentes se sienten siempre controlados y si además tienen un dispositivo que se los recuerde todo el tiempo, puede ser que les coarte su libertad”, concluyó

Dispositivos con GPS para mascotas

Los dispositivos por GPS también llegaron a las mascotas. Generalmente se utiliza la tecnología en los collares, aunque también es usual encontrar chips subcutáneos que rastrean la ubicación exacta del perro.

Los equipos consisten de dos partes; una unidad manual para el dueño y un collar para la mascota. Además de ofrecer un seguimiento en tiempo real, cuentan con un sistema de alertas que notifican vía SMS o email cuando el perro o gato se alejan de los límites geográficos definidos por su dueño o si ingresa a alguna zona prohibida. En el país hay empresas que ya ofrecen collares que rastrean a través del celular y hasta modelos con PIN de cuatro dígitos que impide que otras personas vean la ubicación de la mascota en el caso de que se escape. También existe un sistema de monitoreo dirigido para las personas mayores de 60 años. Los dispositivos incluyen sensores de movimiento que registran cada paso e envía información a través del wifi.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.

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