A los duraznos se los viene comparando con colas libres de celulitis desde hace mucho tiempo. La novedad ahora es que a un vendededor chino se le ocurrió ir más allá y comercializar su producción de dicha fruta con ropa interior incluida.

Perfilando deseos
Ubicado en una zona del país oriental famosa por su lencería, el perspicaz productor de Nanjing decidió aprovechar el mercado y vestir a sus duraznos con sensuales bombachas para atraer nuevos clientes. Ojo, que no se trata de una ganga: una caja de nueve unidades de la fruta vestida cuesta 80 dólares.
Si bien la idea fue copiada de inmediato por otros vendedores de Shangai, los duraznos sexies fueron patentados por su creador quien ahora está luchando por conseguir los derechos de propiedad intelectual.
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