Friday 19 de April de 2024
CUERPO & ALMA | 24-04-2020 08:08

¿Cómo sentirse sano en un medio enfermo?

La gran pregunta es: ¿podemos sentir alguno o todos los síntomas del Covid-19 sin estar infectados?

Por Dra. Guillermina Rizzo (*)

¡Señales!

Dolor de cabeza, dolor de garganta, congestión, tos seca, fiebre, falta de aire, dolores corporales, escalofríos, conjuntivitis, fatiga, también problemas gastrointestinales, pérdida del gusto, pérdida del olfato y hasta confusión repentina, son algunos de los síntomas ocasionados por el Coronavirus.

La gran pregunta es: ¿podemos sentir alguno o todos los síntomas del Covid-19 sin estar infectados?

La respuesta es rotunda: sí.

La Psicología se hace presente para esclarecer el tema, puesto que a estas alturas del “aislamiento” es normal y hasta esperable sentir y padecer alguno o todos los síntomas sin haber contraído la enfermedad; el fenómeno se denomina somatización.

Ante el “bombardeo” de información, ante la preocupación y el miedo, ante tamaña sobreexposición de contenidos y expertos opinando hay grandes posibilidades de que se construyan pensamientos catastróficos y fantasías respecto del tema, siendo el resultado una distorsión de la realidad y la aparición de un estado o trastorno psicosomático.

Cuando una persona somatiza, siente y experimenta una serie de síntomas aún sin padecer una enfermedad como tal y de acuerdo con el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5), publicado por American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría) la manifestación de tales “señales” son de origen psicológico.

Quien somatiza, está condicionado por lo que escucha y ve en su entorno, siendo habitual que sienta síntomas y dificulte así la atención médica. De esta manera, la creencia de haber contraído la enfermedad lo acecha y el “cuadro clínico” no es causado por el virus sino por el miedo, la angustia y la ansiedad.

Quien es hipocondriaco en cambio, padece un miedo excesivo a enfermar y no necesita de estímulos externos para sentirse enfermo, es decir, no requiere una “saturación” de noticias para sentir que corre peligro.

Pareciera que el desafío actual consiste en “mantenerse” sano en un medio enfermo, pues esta pandemia ha traído más interrogantes que respuestas y a cada instante las versiones se multiplican; desconocemos cuándo será final y cómo será “la foto” final.

Evitar el contagio y mantener un bienestar psicológico estando “encerrados” no es fácil, y aún en buenas condiciones de salud es habitual experimentar algún dolor, fatiga, angustia; si además adicionamos noticias “amarillistas” contabilizando obsesivamente defunciones se ingresa en un sinfín de pensamientos calamitosos que obviamente garantizarán un cuadro de falta de aire y dolor de cabeza.

No es fácil, pero si tomamos este tiempo para hacer aquello postergado, para hablar con quien hace tiempo no dialogamos, para leer esos libros suspendidos, para mandar mensajes a quienes necesitan ánimo y compañía, si dedicamos unas horas a registrar qué necesitamos, qué nos gratifica y diseñamos estrategias para obtener aunque sea una parte de ello, seguramente no habrá tiempo para sentir una enfermedad no padecida.

(*) Dra. en Psicología. Columnista en medios de comunicación. Twitter /@guillerizzo

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios