La corbata era un accesorio que se pensaba indispensable a la hora de usar traje. Pero los tiempos cambiaron y cada vez es más común la práctica de no añadir este accesorio a un atuendo formal, incluso en el entorno empresarial y político.
No se trata de una tendencia más, sino de un cambio en el código de vestimenta establecido. Los inicios de este fenómeno se remontan a los noventas cuando se implementó la práctica de las horas felices los días de semana después de la oficina según esta serie de la Deutsche Welle.
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Hoy día la discusión gira entorno a que imagen representa usar o no corbata.
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