Thursday 28 de March de 2024
CUERPO & ALMA | 18-10-2018 14:47

10 cosas que una dermatóloga no haría al momento de tomar sol

Seguí todos los consejos para broncearte cuidando la salud de tu piel.

Por Verónica Mucknik (*)

1. Tomar sol entre las 11:00 y las 16:00

Sí, es el rango en que más nos gusta tomar sol, pero ¡son las horas en las que más se recomienda que la piel no tenga contacto directo con él! Durante ese periodo, la sombra que proyecta el cuerpo es más corta porque el sol está irradiando desde el centro del cielo. Es el momento en el que la luz del sol llega con mayor intensidad.

2. Exponer al sol a bebés en sus primeros seis meses de vida

Los bebés de menos de 6 meses no deben estar expuestos al sol, ni siquiera con protector solar o en las horas de menos intensidad, porque su piel es aun muy frágil. Los niños de 6 meses a 3 años deben usar un protector de al menos FPS50, diseñado para su piel, y sumar protección por medio de la vestimenta: ropa de algodón y sombrero.

3. Usar un factor de protección solar menor a 30

A la hora de proteger la piel, el factor solar nunca debe ser menor a 30 FPS. Para elegir el adecuado, hay que tener en cuenta el tipo de piel y su tonalidad. Para las pieles muy blancas, que no se broncean con facilidad, sino que se enrojecen, lo mínimo indicado es de FPS50. Para las que toman color más fácilmente, aunque se pongan rojas, se recomienda un FPS30.

4. Usar en el rostro el mismo protector solar del cuerpo

Rotundo no: la piel del rostro no se comporta igual a la del cuerpo, por lo que debemos usar protectores solares específicamente diseñados para esta zona, que además brindan beneficios extra según el tipo de piel. Los protectores solares para pieles mixtas a oleosas reducen el brillo y controlan la oleosidad, mientras que los que son para pieles normales a secas otorgan ese extra de hidratación tan necesario en esta época del año.

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5. Aplicar protector solar in situ (playa o piscina/pileta)

Aunque la idea de ponerse protector solar en la playa es sinónimo de vacaciones, se trata de un error muy común. Lo ideal es aplicarlo 30 minutos antes de la exposición al sol para que la piel absorba los ingredientes activos y así la protección sea efectiva.

6. Ponerse protector solar una sola vez

Es necesario volver a aplicar el protector solar cada 2 horas o y cada vez que se tenga contacto con el agua. Además, es necesario usar la cantidad recomendada (no menos de 2 mg por cm2 de piel), o el equivalente a una cucharada de té. Al aplicar menos, la protección solar puede verse disminuida.

7. Usar protector solar como única protección

Además del protector, en el bolso debe haber otros elementos imprescindibles para tomar sol: lentes oscuros, sombrero de ala ancha o gorra con visera, y vestimentas con telas específicas para la protección solar.

8. Estar bajo el sol y sin agua

No se puede pensar tomar sol sin tener a la mano una botella de agua. Es importante beber agua para recuperar el líquido que se va con la transpiración. Si el agua resulta monótona, los jugos de frutas naturales son una gran opción para mantenerse hidratado.

9. No hidratar la piel

Así como es importante hidratar el organismo, es fundamental hidratar la piel luego de tener una exposición al sol para que se recupere. Para ello, es recomendable usar cremas postsolares que humectan, refrescan y previenen lesiones.

10. Tener una hidratación a medias

Tomar agua y aplicarse una crema postsolar son instancias necesarias para la hidratación del cuerpo, pero hay más fuentes de hidratación. Consumir frutas y verduras ayuda a hidratar la piel desde adentro, lo que hace posible una hidratación completa.

(*) Dermatóloga de la firma Natura.

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