Thursday 28 de March de 2024
CUERPO & ALMA | 10-04-2018 10:01

Bajarse a tiempo: cuándo tiene sentido tomarse un año sabático

Semejante paso no tiene sentido para todas las personas. Pero si finalmente uno se decide, ¿qué puede ocurrir?.

Por Daniela Schumacher (especial de la agencia DPA)

Viajar por el mundo. Tener tiempo para la familia y ver crecer a los hijos. Hay muchos motivos para tomarse un año sabático. Sin embargo, semejante paso no tiene sentido para todas las personas. Pero si finalmente uno se decide...¿cómo convencer de sus beneficios al jefe?

Para tomar la decisión, lo mejor es dividir este proceso en dos pasos. Primero, hay que decidirse en privado, consultando con la familia si apoya la idea. Quizá hasta se pueda prever una pausa laboral junto a la pareja. Luego, es importante descubrir cuál es la motivación detrás del año sabático. ¿Alcanzará con tomarse un año? ¿O lo que realmente se necesita es cambiar de trabajo? Es importante tener estas dos cosas en claro antes de hablar con el empleador.

A la hora de hablar con el jefe, lo mejor es tratar de adoptar el punto de vista de éste. Para esto es útil hacerse la siguiente pregunta: "¿Qué utilidad, que ganancia representa para la empresa que me tome un sabático?". También conviene pensar en cómo podrían ser cubiertas las tareas que uno cumple a diario durante la ausencia.

Pero, ¿es un año sabático la terapia ideal para combatir el estrés? El profesor Martin Rothland, de la Universidad de Siegen, en Alemania, realizó un estudio sobre el año sabático y consultó para ellos a varios profesores. Los resultados arrojaron que una pausa tiene un efecto muy positivo en la regeneración, y permite sentirse más relajado y saludable. Pero medio año después del año sabático, el efecto se desvanece.

"La idea que con viajar por el mundo se solucionarán todos los problemas es una ilusión", añade. Quien está muy estresado en su trabajo debería intentar fortalecer durante el año sabático sus propias capacidades laborales y aprender a protegerse mejor de la sobrecarga.

Hay otros motivos para renunciar a un año sabático: si la pausa laboral genera problemas domésticos porque la familia no está de acuerdo con la decisión, tampoco sirve de mucho. El sabático tiene que ser apoyado por el núcleo familiar, el jefe y los colegas y ser realizable desde lo organizativo.

En el caso de trabajos muy específicos, puede ser muy difícil encontrar un reemplazo por un año. Por supuesto, también es importante estar en condiciones económicas como para financiar el proyecto. Sin embargo, con todas estas condiciones dadas, un sabático puede ser una gran oportunidad. Y no hay que dejarla escapar.

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