Tuesday 19 de March de 2024
DECO | 17-11-2017 11:56

Lo que cuentan tus paredes de tu personalidad

La expresión de las emociones a través de la elección de los colores de las paredes de tu casa.

Por Lucila de Hoyos

Tradicionalmente, los colores más claros y luminosos eran la opción más elegida para pintar las paredes de la casa por su capacidad para armonizar y destacar la decoración. Sin embargo, la elección de esa paleta de colores quedó en el pasado para dar paso a tintes más fuertes y llamativos: naranja, azul intenso, verde manzana. Por eso, la renovación de tonos a la venta de las pinturerías da lugar a colores de mayor carácter y redujo en medida asombrosa la producción de colores más claros los cuales, según afirman los comercios, solamente son seleccionados para pocas paredes del hogar que permitan destacar aquellas de tonos más vibrantes e intensos. Una cosa es segura: cuando de pintar las paredes del hogar se trata, la clave está en romper estructuras.

Para generar una atmósfera deseada en el ambiente, se deben tener en cuenta las emociones que se ponen en juego en relación con el color. En esta línea, la psicóloga Lucía Gazzano (Matrícula número 63446) liga la percepción de los colores a tres aspectos: individual, cultural y biológico. Si bien este último es el que ejerce menor influencia en el sujeto, afirma que sienta ciertas bases sobre la apreciación de distintos matices:

El color verde es concebido como trasmisor de serenidad y tranquilidad

Los tonos blancos y cremas son relacionados con el orden y la pureza

Los matices cálidos balanceados resultan acogedores, aunque en exceso pueden percibirse como portadores de cierta hostilidad

Los tintes fríos como el celeste o el verde son relajantes, pero en medidas exageradas resultan alienantes

El color negro es sinónimo de elegancia, aunque impide generar ambientes luminosos

Por otra parte, la profesional especializada en psicosis que ejerce en el Hospital Borda considera que la elección de ciertos colores por sobre otros está determinada inconscientemente tanto por las experiencias personales como por factores culturales y es debido a eso que “uno no puede explicar por qué le gusta el rojo o por qué prefiere pintar las paredes de blanco”. Estas apreciaciones cambian según los contextos culturales y los factores propios de la época; y según concibe la psicóloga, la actualidad está determinada por la rotura de estructuras y prototipos:

Estamos en una época hipermoderna donde se rompen estructuras, donde está muy de moda y muy en auge todo lo que tiene que ver con la vida sin recetas; esas pequeñas cosas hacen que uno viva el hoy y que se permita pintar toda la casa de colores flúo sin pensar en si después uno se cansa. Yo creo que esa falta de límites predeterminados en la decoración permitió que haya mucha más libertad”.

Esta falta de recetas en la elección de un color se extiende también a las combinaciones permitidas de colores, donde la moda presta posibilidades de combinar todo tipo de tonos y estampados. Así lo expresan también las redes sociales, donde prolifera el sentido de originalidad y personalización de la decoración: la elección de colores para decorar los ambientes se hace pública ya no con el fin de agradar sino con el objetivo de remarcar su propia unicidad. Esta tendencia se refleja en la elección de colores para el cuarto de los chicos, donde ya no se eligen tonos celestes o rosas según el género, sino que se prefiere jugar con colores más intensos como el verde manzana.

La moda rupturista en cuanto a los colores del hogar no se aplica solamente a las paredes, sino que con la tendencia de de escoger pisos vinílicos y flotantes, proliferan las opciones en matices de pisos. Según Nicolás Leonhardt, Titular de Pisos Alemanes, cuando se eligen los colores tanto para las paredes como para los pisos se ponen en juego el gusto, la estética y la concepción de cómo va a funcionar cada tono según la luz y el resto de la decoración: “Se busca que los tonos resalten, que vayan bien con el estilo de la casa, que combinen con el ambiente y con el resto de los muebles”.

Evidentemente, cuando se trata de colores para enmarcar el hogar, la única receta es la falta de esta.

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